PARANÁ (U24 Entre Ríos). El Consejo General de Educación de Entre Ríos (CGE) es sin duda alguna el más emblemático ejemplo de lo que es la burocracia estatal. El CGE es un organismo colegiado, con un presidente y cuatro vocales.
El presidente y tres vocales son nombrados por el Poder Ejecutivo provincial mientras que el cuarto vocal se designa a propuesta de los docentes de la provincia, por voto directo y obligatorio.
La actual Presidente del CGE y Directora General de Escuelas es Claudia Vallori, una funcionaria sin demasiados antecedentes, excepto su militancia K.
El CGE es una enorme estructura que sirve de refugio para cientos de funcionarios acomodados por los gobiernos de turno y que a lo largo de los años han ido quedando ocupando lugares sin saber bien para qué están.
En Paraná, a manera de chanza, se dice que el edificio de cinco pisos, de tanta gente que hay, poco a poco se va hundiendo. Según datos de la oficina de personal de la Administración Pública, en los últimos 10 años se triplicó la cantidad de empleados en el área del CGE.
Claudia Vallori, la actual presidente, ha ejercido desde su asunción al frente del organismo, una de las peores gestiones que se recuerde, llevando los niveles educativos de la provincia a los más bajos de toda la historia de Entre Ríos.
La mediocridad es el símbolo de la gestión Urribarri y el CGE y Vallori son la más clara expresión de esa insuficiencia. Como para demostrarlo una vez más, hace poco, ante la jubilación del Director de la Escuela Normal Superior Martiniano Leguizamón de Villaguay, se llamó a concurso para designar al nuevo rector.
La convocatoria la hizo el director de Educación Superior, Raúl Piazzentino, que además puso los plazos y las condiciones para los aspirantes. Hasta ahí todo normal. Sin embargo, según una investigación de la web Entre Ríos Ahora, ocurrió que en medio del llamado a concurso, el propio funcionario decidió inscribirse también como aspirante.
Más aún, Piazzentino quedó ¡1ro.! en la lista de aspirantes a cubrir la rectoría de la Escuela Normal de Villaguay.
Sus antecedentes, y los del resto de los aspirantes, fueron evaluados por el Jurado de Concursos del CGE, un cuerpo colegiado conformado por dos vocales, Gustavo Tomatis, por la representación política, y Maricel Boggia, en representación de los docentes.
Boggia emitió un dictamen crítico hacia la pretensión de Piazzentino de concursar en igualdad de condiciones con el resto de los docentes. Su postura no fue compartida por la presidenta del Jurado de Concursos, Josefina Fernández, otra funcionaria política, que terminó inclinando la balanza hacia su colega del CGE.
La representante docente, Maricel Boggia acudió entonces ante la asesoría legal de Educación, con tres observaciones puntuales: la postulación de Piazzentino violentaba la Ley de Concursos, la Ley de Ética Pública y el artículo 37º de la Constitución Provincial.
Según la docente la contestación fue que “La Ley de Ética Pública no está reglamentada. Me lo dijeron porque habían averiguado, no tenían ninguna certeza. Además nada me dijeron, ni se expidieron, sobre el incumplimiento del artículo 37º de la Constitución”.
Boggia siguió contando que “Puesto a votación el tema en el Jurado de Concursos, hubo empate: el vocal político apoyó a Piazzentino, y yo me opuse. Dirimió el empate la presidenta del Jurado, que dijo que no se violaba ninguna ley. En una discusión con la presidenta del Jurado de Concursos, me dice que no se lo puede inhibir porque sería una manera de perseguir al docente militante”, contó la representante de los docentes.
El asunto se resolvió el miércoles: se emitió el listado de aspirantes al cargo y Piazzentino quedó en primer lugar y el tema quedó cerrado.
De esta manera Piazzentino, será el nuevo rector de la Escuela Normal Superior Martiniano Leguizamón de Villaguay, es decir que será el “rector militante”.
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