Roberto Schunk
PARANÁ (U24 Entre Ríos). “La llave la tiene el gobierno nacional y estamos en contacto para que primero venga el subsidio para que pueda reconocerse parte de la pérdida” les explicó el ministro de la producción de Entre Ríos, Roberto Schunk, como única respuesta a los citricultores que desde hace bastante tiempo esperan que el gobierno se ocupe de la grave situación del sector.
La semana pasada los citricultores nucleados en la Federación del Citrus de Entre Ríos (FECIER), se manifestaron a la vera de la Ruta 14, en la rotonda de acceso a la ciudad de Chajarí, en el norte de Entre Ríos y conjuntamente a sus colegas de la zona de Mocoretá y Monte Caseros, Corrientes, decidieron un paro de la comercialización, lo que significaba que no enviarían fruta a los mercados concentradores, ni a las plantas jugueras.
Finalmente el paro fue levantado. Según fuentes confiables, el paro se levantó debido a la actitud de un sector de los citricultores, encabezados por la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario, cuyo intendente, alineado con el gobierno kirchnerista de la provincia, logró convencerlos para que se opongan a la medida.
Es que en Villa del Rosario, con fondos nacionales, desde hace bastante tiempo se está construyendo una planta industrial de jugos concentrados que pareciera que por fin será inaugurada en mayo próximo.
Muchos creen que desde el gobierno se apretó al intendente con no inaugurar esa planta si no lograba que se frenara el paro. Los integrantes de la FECIER, ante la posibilidad de que las cosas pasaran a mayores por el enojo de muchos citricultores con sus colegas de Villa del Rosario, atinadamente, decidieron suspender la medida de fuerza y esperar para ver si esta la vez las promesas del ministro Schunk se cumplen.
En diálogo con la Agencia AIM, el presidente de FECIER, Dante Grigolatto explicó que toda la situación logró que “Por lo menos así nos enteramos dónde están los verdaderos enemigos de la citricultura: son los mismos actores de siempre que priorizan sus intereses personales por encima del bien común. Lamentablemente, cuando teníamos que estar todos juntos y apoyarnos unos a otros, la Asociación de Villa del Rosario nos sacó la silla y nos obligó a dar marcha atrás con la medida que habíamos tomado 24 horas antes”, demostrando su enojo con la situación.
Aunque el ministro de la Producción de Entre Ríos, Roberto Schunk, que promociona su candidatura a gobernador, estuvo presente en la asamblea e insistió en que “el gobierno está trabajando en el tema”, Grigolatto consideró que la gente “ya se hartó de las promesas y por eso votó endurecer las medidas porque ya sabe que si no hay soluciones urgentes vamos a desaparecer muchos”.
Por su parte Schunk expresó que “el compromiso de llegar con un subsidio, ya sea por caja o por bulto, no resolverá el problema pero sirve para compensar, el lunes o martes se definirá, nos hablaron de un subsidio de $30 millones con una alta tasa subsidiada”, pero eso ya fue rechazado por los productores, que reclaman al menos que el subsidio sea de no menos de $650 millones solo para paliar la situación actual.
El ministro se comprometió también a conseguir que en el curso de la presente semana el gobierno provincial decrete la emergencia citrícola para que se aplacen los pagos del impuesto inmobiliario rural, pero recalcó que “la llave” para poder solucionar todo el problema del sector “la tiene el gobierno nacional”. Schunk, quien hace apenas una semana había lanzado su precandidatura gubernamental, tiró la toalla con el tema de la citricultura.
¿O se la hicieron tirar? Será difícil para Urribarri explicar ahora porque su ministro se lavó las manos de esa forma.
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