jueves, 4 de junio de 2015

LA CONMEBOL PERDERÁ SU INMUNIDAD Y BLAZER RELATÓ LOS SOBORNOS

FÚTBOL / ESCÁNDALO FIFA 




CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- A partir del escándalo de corrupción que sacude a la FIFA en el que fueron imputados 14 dirigentes por los delitos de lavado de dinero y pago de sobornos, la Cámara de Diputados de Paraguay aprobó este miércoles (03/06) un proyecto de ley para derogar la polémica ley 1070 que le concede inmunidad total al predio y los bienes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), con sede en la ciudad de Luque, y ahora la iniciativa deberá ser tratada por el Senado.



El trámite legislativo fue rápido porque existía, además, una sugerencia del propio presidente del país, Horacio Cartes, quien el martes 02/06 había instruido a su canciller, Eladio Loizaga, para que tramitara esa derogación de inmediato.

La ley había sido aprobada en 1997 por el entonces presidente de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, y ahora la iniciativa aprobada por Diputados requiere de un tratamiento en la Cámara de Senadores, para completar el proceso legislativo que la derogue definitivamente.

El proyecto aprobado este miércoles fue presentado por el legislador opositor Hugo Rubín, del Partido Encuentro Nacional (PEN).

“Es nuestra responsabilidad derogar la Ley 1070, darle la seriedad que merece la inviolabilidad de la Confederación en nuestro territorio y los límites que significa para la justicia paraguaya, al no regir sobre su propio territorio”, señaló Rubín en la sesión del miércoles.

Los bienes de la Conmebol gozan de inmunidad contra allanamiento, confiscación, expropiación y contra toda otra forma de interferencia, ya sea de carácter ejecutivo, administrativo, judicial o legislativo.

Lo mismo ocurre con los documentos de la máxima entidad del fútbol sudamericano. La Confederación Sudamericana de Fútbol está siendo investigada tras el escándalo de la FIFA por sobornos y organización mafiosa que dejó a 7 altos dirigentes detenidos.

Incluso, hay pedido de detención para el ex presidente Nicolás Leoz, quien se encuentra con prisión domiciliaria. Por estos episodios, la fiscalía estadounidense dio a conocer la transcripción de la audiencia de 2013 en un tribunal en la que Charles "Chuck" Blazer aceptó declararse culpable de crimen organizado y otros cargos.

Blazer le declaró a un juez federal que él y otros funcionarios de la FIFA aceptaron sobornos a cambio de votar por Sudáfrica como sede de la Copa del Mundo de 2010. Además, hizo referencia a la elección de Francia para el certamen de 1998 y de los derechos de TV de las Copa de Oro de la Concacaf.

“Durante mi asociación con FIFA y Concacaf, entre otras cosas [...] acepté con otras personas en 1992 a facilitar la aceptación de un soborno ligado a la elección de la nación sede para la Copa Mundial de 1998”, declaró Blazer según los documentos. El directivo también aceptó sobornos por los derechos de las Copas Oro desde 1996 hasta la del 2003.

 “Chuck” Blazer, ex secretario general de la Concacaf desde 1996 a 2013, fue una de las fuentes para las investigaciones que realizaron el FBI y el IRS (la Hacienda estadounidense) sobre las irregularidades en el proceso de selección de Rusia y Qatar como sede de los próximos Mundiales.

Para eso, utilizaron a un dirigente arrepentido para espiar los pasillos de la FIFA. Blazer ofició de espía del FBI dentro del máximo organismo de fútbol. Desde 2012, para evitar ir a la cárcel, el dirigente habría llevado un micrófono oculto en varias reuniones con miembros de la FIFA. Los encuentros se realizaron durante los Juegos Olímpicos Londres 2012 y se estima que en dichas reuniones estuvieron presentes Alexei Sorokin -jefe del comité organizador de Rusia 2018, Frank Lowy -el responsable de la candidatura de Australia al Mundial 2022- y Peter Hargitay, un consejero de Joseph Blatter.

Serious Fraud Office, unidad policial que investiga grandes fraudes en Reino Unido, le habría solicitado las grabaciones al FBI para comprobar si hubo delitos sobre suelo británico. Blazer también había anunciado su renuncia al cargo que tenía en FIFA en octubre de 2011 cuando denunció una supuesta compra de votos de uno de los acusados, Jack Warner, de Trinidad Tobago, y Mohamed Bin Hammam, de Qatar, en la última elección de FIFA.

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