lunes, 30 de enero de 2017

GRAVE: POLICÍA FURIOSO GOLPEA A PERIODISTA DE CLARÍN POR GRABAR DESMADRE DE JÓVENES



POLICIALES / VILLA GESELL 


Aquí, el descargo del diario por lo ocurrido con uno de sus periodistas: 

Violenta reacción para impedir una cobertura Un periodista de Clarín fue agredido por un policía mientras trabajaba en Villa Gesell Ocurrió a la salida de un boliche donde la Bonaerense había intervenido para frenar una pelea entre jóvenes. 


El amanecer de hoy en Villa Gesell arremetió con toda su gloria y la salida del sol sentenció el fin de la fiesta, castigando los miles de jóvenes que querían seguir bailando en Pueblo Límite, el boliche más grande y populoso de esta parte de la Costa Atlántica.

El complejo de la Avenida Buenos Aires al 2600 desborda como nunca de pibes, concurrencia que estalló desde que Pinamar decidió cerrar sus discotecas. La salidas suelen ser caóticas: los que no vinieron en auto, corren para capturar algún remís o lograr subirse al colectivo 504, en caso de ir para el centro o sur de Gesell, o el ómnibus de la empresa Montemar que devuelve a los chicos a Cariló o Pinamar.

En ese entorno, cerca de las 7 de la mañana, un muchacho de pelo corto con suéter de hilo beige, pantalón y zapatos al tono, le tira una trompada a otro de remera negra. Nadie se quiere perder la pelea.

Los que llegan primero los rodean armando una especie de ring con sus cuerpos. La Policía interviene rápido. Este cronista que estaba cubriendo una nota sobre agresiones a choferes de colectivos, al ver la pelea se acercó para tomar imágenes de lo que estaba ocurriendo.

Un efectivo de la Bonaerense toma al de suéter por el cuello para alejarlo de la gresca. Nada demasiado grave, salvo algún forcejeo del aprehendido por el agente, entre gritos de sus amigos y más corridas y tumultos por los curiosos.

El ambiente ya había recobrado cierta calma, cuando un policía de gorra comienza a increpar a este periodista ordenando que deje de filmar. Se lo nota tenso y belicoso.

No da tiempo ni a responder que le arroja varios manotazos al cronista, apuntando simultáneamente al celular (desde donde se estaba filmando la situación) y a la panza.

Luego pide la identificación del medio de prensa. No parece querer escuchar la respuesta del periodista que una y otra vez aclara que es de Clarín.

La escena sigue, y la filmación también. El mismo policía, ya más violento, vuelve a la carga. "¿Dónde tenés la identificación, chabón? ¿Dónde tenés la identificación?", embiste de nuevo, volviendo a tirar manotazos hacia el celular y al cuerpo.

Otro agente, más tranquilo, parece hacerle una seña a su compañero para que se calme, y le señala que este periodista "tiene pantalón corto, no tiene pinta de salir del boliche y lleva una libreta para anotar".

Con cara de malo, el policía se va a un patrullero amedrentando con el dedo índice acusador, aunque nadie entiende bien cuál fue la ofensa y, mucho menos, el delito.

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