miércoles, 7 de septiembre de 2011

TENIS


US OPEN

Los partidos suspendidos se pasaron para hoy (si es que el tiempo acompaña)

La actividad de ayer en el Abierto de los Estados Unidos fue cancelada a causa de las incesantes tormentas que azotaron Nueva York. La pelota volvería a rodar en la jornada de hoy, aunque las alertas meteorológicas amenazan con volver a frustrar los partidos del día.
NUEVA YORK La novena jornada del Abierto de Estados Unidos ha sido suspendida definitivamente, tanto la sesión diurna como la nocturna, debido a la fuerte lluvia y la previsión de que ésta no pare durante todo el día en Nueva York.

Según informó la organización del torneo, los últimos pronósticos meteorológicos indican un empeoramiento de las condiciones y que no va a parar de llover durante el resto del día y de la noche.

Debido a este pronóstico, la USTA ha decido la cancelación de la jornada del martes y ha anunciado que el torneo se reanudará el miércoles a las 11.00 horas, si el tiempo lo permite, ya que también hay previsión de lluvia.

En un principio se avisó a los jugadores que sobre las 14.30 horas podía dejar de llover y comenzar la jornada, pero los últimos partes meteorológicos no fueron buenos y avisaron a los tenistas que debían de jugar hoy que no esperaran más, ya que se suspendía definitivamente la jornada.

Los primeros partidos previstos para las 11.00 horas local (17.00 horas en España), tenían que disputarlo el escocés Andy Murray (4) frente al jugador local Donald Young, en la central de la Arthur Ashe; mientras que en la Louis Armstrong estaba previsto que jugarán el norteamericano John Isner (28) y el francés Gilles Simon (12).

El defensor del título, Rafa Nadal, debía jugar en el segundo turno de la central ante el luxemburgués, mientras que David Ferrer, quinto cabeza de serie, iba a abrir el turno de la sesión nocturna, sobre las 19.00 hora local, ante el estadounidense Andy Roddick.

Polémica por el techo:

La suspensión de la novena jornada del Abierto de Estados Unidos de tenis debido a la lluvia ha reabierto la vieja polémica sobre la idoneidad de instalar un techo retráctil en la pista central Arthur Ashe, para que las condiciones meteorológicas no condicionen tanto el desarrollo del torneo.

Y es que la final del último Grand Slam de la temporada se ha visto obligada a retrasarse un día y disputarse en lunes en los tres últimos años, un hecho sin precedentes en la historia de los grandes torneo tenísticos.

Esta situación se ve agravada por el hecho de que el Abierto de Estados Unidos es el único Grand Slam que no concede un día de descanso entre las semifinales y la final masculina.

El torneo norteamericano dispone que las dos semifinales del cuadro masculino se jueguen el sábado, cuando en el resto de Grand Slams juegan viernes, junto a la final femenino, en el denominado "súper sábado", una jornada así configurada por el tirón televisivo de ofrecer en un mismo día estos tres partidos.

En 2008, ya se tuvo que aplazar un día la final, por primera vez desde 1987, que disputaron Roger Federer y Andy Murray, debido al retraso que provocó el paso de la tormenta tropical Hannah por Nueva York. Sin embargo, en los dos años siguientes las condiciones climatológicas también obligaron a jugar la final en lunes.

La Asociación Estadounidense de tenis (USTA), ya defendió el pasado año, tras aplazarse la final entre Rafa Nadal y Novak Djokovic, la decisión de no poner techo a la pista central Arthur Ashe, la más grande del mundo con 23.771 localidades, a través de su portavoz Chris Widmaier.

"Es técnicamente complejo y exige un gran esfuerzo financiero. Al coste de más de 150 millones de dólares, ¿gastarían eso en un techo o seguirían financiando los programas de tenis de base en este país?", se cuestionó.

Widmaier comentó entonces que se habían invertido 100 millones de dólares en distintas mejoras en el Centro Nacional de tenis Billie Jean King en los últimos cinco años, y que el dinero que genera el torneo es destinado al desarrollo de jugadores y a la mejora de instalaciones de tenis en todo el país.

De los cuatro torneos de Grand Slam sólo el torneo americano y Roland Garros no cuenta con techo en sus pistas centrales, mientras que Wimbledon y el Abierto de Australia sí.

En Melbourne, tanto la pista central 'Rod Laver' como la 'Hisense Arena' cuentan con techos retráctiles que se emplean en caso de lluvia o calor extremo, mientras que Wimbledon, un torneo que también tenía muchos problemas con la lluvia, inauguró su techo en la pista central en mayo de 2009, teniéndolo que utilizar por primera vez ese mismo año.

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