sábado, 17 de diciembre de 2011

FÚTBOL

ESCALOFRIANTE DATO

Entre Primera y B Nacional, 'desfilaron' 98 técnicos durante este año

Espinosa tarea la de dirigir un equipo de Fútbol, en especial en Argentina. El Diario Popular puso en negro sobre blanco los datos estadísticos de lo que nosotros pensamos respecto de lo que implica el menester del entrenador de Fútbol. Una profesión que destroza el sistema nervioso de todo individuo que decida recorrer los difíciles vericuetos de la profesión.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El otro día dedicamos un comentario a la profesión del entrenador de Fútbol y a lo difícil que es la tarea que debe llevar cabo. Casualmente, y por esas cosas que lleva la etapa del año en la cual abundan los balances, el Diario Popular logró conseguir un dato muy valioso al respecto. No quedan dudas que es harto complicado dirigir en Argentina y el medio colega lo bajó en cifras.

Muchas veces, conseguir trabajo, es una buena noticia. También lo es para los directores técnicos pero, en nuestro país, la alegría dura poco. Ni bien arranca la competencia, esa felicidad por el cargo obtenido es desplazada por la ansiedad, los nervios, la angustia y las urgencias. Uno, al final del camino, será el campeón. El resto deberá luchas por conservar el puesto.

Pero, en muchos casos (la mitad exactamente), los técnicos no llegan a diciembre. De hecho, a lo largo de 2011, sólo 10 clubes, de los 20 que juegan en Primera, mantuvieron durante los 365 días al mismo entrenador. Claro que, de esos 10, algunos no seguirán en la próxima temporada, como Jorge Da Silva en Godoy Cruz.

Y entre los otros 10, varios han cambiado en más de una ocasión de director técnico. De esa manera, a lo largo de un año, 40 entrenadores diferente tuvieron en algún momento a un equipo a su cargo. Una cifra muy alta que evidencia gráficamente la imagen de “picadora de carne” con la que se suele definir a la actividad. Pero ese número se incremente si tenemos en cuenta que, algunos de los que finalizaron el torneo dirigiendo, no lo harán en cuanto comience la actividad de 2012.

Es más, en el caso de Banfield, que para la estadística actual cuenta con tres técnicos (Sebastián Méndez, Raúl Wensel y Ricardo La Volpe), cuando se recalculen los datos del Apertura 2011 habrá que agregar un nuevo apellido: el del técnico que dirija en febrero al 'Taladro', durante los 80' que le quedan al partido Estudiantes-Banfield (correspondiente a la 15ta. fecha). También parece que Diego Cagna dejará Newell’s y Mauro Laspada (asumió como interino en Olimpo), le dejará su cargo a Héctor Rivoira.

Aquí las excepciones

Demasiada presión. Para los Cadillacs la referencia es la una “noche de calor en la ciudad”; para los directores técnicos, se trata de una profesión que no da lugar a resbalones. Muy atrás quedaron en el tiempo aquellas temporadas en serie de Carlos Griguol en Ferro o del Pato Pastoriza en Independiente.

El caso de Pepe Romero al frente de All Boys desde sus tiempos en la B Nacional, o el de Ricardo Gareca, en Vélez desde 2009, son mirados como casos extraños, muy poco comunes.

Y, en ese sentido, el emblemático caso de Blas Armando Giunta, con cinco años dirigiendo a Almirante Brown aún cambiando de categoría, se asemeja más a una utopía que a una empresa probable en un fútbol lleno de desprolijidades.

Pero las urgencias que cortan cabezas casi con naturalidad y como alternativa más sencilla (e irresponsable) a la de armar un serio proyecto deportivo, no son propiedad privada de la Primera División. En la B Nacional, la situación se potencia. Los 20 equipos que participan del torneo han cambiado 58 entrenadores en lo que va del año.

Y es que sólo dos equipos mantienen al mismo técnico con el que arrancaron 2011: el mencionado caso de Almirante Brown con Blas Giunta, y Patronato con Marcelo Fuentes.

Atlético Tucumán y Huracán, por ejemplo, usaron 5 entrenadores cada uno; mientras que Chacarita, Gimnasia de La Plata, Independiente Rivadavia y Rosario Central, cambiaron en 4 ocasiones de director técnico.

Entonces, el anunciado desembarco de los torneos largos para la Primera División, no parece ser tampoco solución a este grado de histeria. Entre la A (torneos cortos) y la B (torneos largos), en un año desfilaron 98 entrenadores. ¿No será mucho? 

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