martes, 13 de diciembre de 2011

NOTA DE OPINIÓN

CRISTINA FERNÁNDEZ, 2DO. MANDATO

Dear Georgie: Estarías como en tu jardín

 El Jardín de Senderos que se Bifurcan es un cuento de Jorge Luis Borges, escrito en 1941, y la primera de sus obras traducida al inglés: la publicó el Ellery Queen's Mystery Magazine, de agosto de 1948. El protagonista es el espía Yu Tsun, y aqui el autor utiliza esa enorme adivinanza literaria para referirse a la compleja coyuntura política argentina.
por RAÚL ACOSTA (*)

ROSARIO (La Capital). El peronismo tiende a desaparecer. De hecho algunas de sus figuras son historia. Una foto del Abal Medina sobreviviente, activo cuando el Grupo Montoneros ofertaba la violencia como salida, aporta una imagen. Juan Manuel Abal Medina, flaco y tranquilo, acostumbrado a la sobriedad de los despachos y la velocidad crucero de su vida en Méjico (D.F.), define lo que fue Montoneros y lo que no será, pese a los cantitos de 1973 en las gradas del Congreso Nacional de 2011. Podría acompañarlo la foto de la generala  Garré a cargo, oficialmente, de aquello que no pudo ser. Rara parábola. Rarísima. Cierto es esto: el gobierno no es aquel peronismo socialista.

En este acto, de la asunción final ¿dónde estaba Antonio Cafiero, al menos dónde se oyó la mención de su nombre? Dónde. Una referencia mezquina,  equívoca, de Perón y el derecho de huelga define. Han cambiado los tiempos. Este es el Cristinismo avanzando por América Latina.

Una tesis de teoría política sostiene que las burocracias salvan a las democracias. Se basa en un argumento simple. Las democracias, enajenadas, descuidan el día a día y estas, las burocracias, repiten actos, conforman costumbres, salvan las distracciones de los actores centrales. El colofón es sostener la conclusión: un país en el que los roles importantes están en las burocracias ya no tiene ideas fundamentales para desarrollar. Están en práctica. La vigilancia estricta del comercio interno y de la compra venta al exterior fue eje del peronismo del ’50. En eso estamos. Una fuerte burocracia nacional es el plan que viene. Un fuerte empresariado nacional la gran ausencia.

Cuando la opción de la sociedad es por personas antes que por planes o proyectos, las ideologías han desaparecido. Sucede. Hoy es CFK versus Carrió, Estensoro, Bulrich, Macri,  Binner, Scioli, Sanz, Pino Solanas, Juez, Alfonsín, Barleta. La Cristina gana por goleada. Algunos no deberían ser mencionados, sólo se los usa para abultar la nómina de difíciles, imposibles mañanas.

Cuidado, el  peronismo no funciona sin enemigos. CFK no es peronista de Unidad Básica, pero respeta a ultranza a Carl Schmitt. Nadie que viva en la Argentina queda fuera de la lógica peronista. La integra o la combate, no puede ignorarla.

Hay una repregunta endiablada. ¿Qué peronismo representan, en sitios diferentes, dos contemporáneos, Julio Bárbaro y José Manuel De la Sota? Un intelectual que se interroga, un viejo militante del F.E.N. (Frente Estudiantil Nacional) que vuelve a gobernar. Dear Georgie: es tu jardín, es tu jardín. Vivimos en el jardín de Borges.

Uno de los cinco”fenicios” fundadores (histórica denominación del grupo estudiantil mencionado, el F.E.N.) desde su retiro, contestaba un requerimiento: “hoy el voto lo consiguen los outsider, los sueltos, los que tienen algún carisma, debemos aceptarlos. Si no tenés votos propios conviene usar el de ellos. Es así la cosa”. Era su explicación sobre algunos liderazgos regionales y sobre el armado de listas con mascarones de proa. La confesión de los utilitarios en  la política permite entender, tácitamente, el desencuentro con la verdadera militancia, evidentemente perdida en la nostalgia.

El plan de la industria nacional (fuente: Daniel Muchnik, artículo de 11/12/11) se reduce a ensamblar autos, televisores y teléfonos cuyo 70% no está fabricado en el país. Puertos, granos, maquinaria agrícola tienen otros porcentajes, pero no están en los planes. Al parecer el 30% es una fuente de orgullo nacional. A nadie se le ocurre la fábrica de galletitas y la soja industrializada en la región. Las vacas enfriadas siguen siendo un negocio fenomenal. Manuel Belgrano escribió, Mayo de 1810, sobre la inconveniencia de la venta de cueros crudos. La viuda insiste con el tema del valor agregado. Desarrollismo neto. Toc. Toc. No hay nadie en casa.

Los medios periodísticos francamente opositores están jugando en la primera plana en Argentina. Hay un destrabalenguas que es necesario plantearles: ¿si acabamos de enterarnos que nos fue tan bien cuando toda la prensa opositora (ustedes) decía que nos iba tan mal, por qué creer que nos irá peor si, quienes lo avisan, son los mismos que ahora dicen que hace 7 años que nos va bien pero que hoy, ya mismo, todo terminó y vienen las vacas flacas y las góndolas caras? ¿Eh? ¿Cómo se entiende esto?

Son dos, en la historia, los sectores visceralmente enfrentados con el peronismo y, dentro del peronismo, con la columna vertebral: el movimiento obrero organizado. La C.G.T. Desde la izquierda de la revolución permanente y la dictadura del proletariado, desde los sindicatos de base y la libre afiliación, se combate al peronismo gremial. Desde la derecha la cámara de empresarios, del rubro que sea, cuando se apagan los micrófonos insultan mortalmente al poder de los gremios. Cristina está apoyada en estas dos patas sociales. Patas del odio visceral al peronismo gremial y la clase obrera organizada ¿Se entendió? Estas patas del odio hacen eso: odian al peronismo gremial. Odio y envidia, claro está.

Hay dos ejemplares de peronismo de paladar negro en el gabinete de CFK. De Vido y Moreno. Guillermo Moreno sigue viviendo en su departamentito y su exceso es algún traje, una corbata. Cristina, viuda de Kirchner, banca ambos ejemplos. Difícil resolución de una contradicción basal.

Carlos Heller, la vieja banca cooperativa, el IMFC, los aliados del “Pecé” y la “fede”, el Credicop compartiendo mesa con banqueros de diferentes ideales y destinos, al menos aparentes, es otra contradicción que, en la diaria, no resulta fácil resolver. Todos quieren a Cristina y “el modelo”. Je, el modelo. Brito y Heller un sólo corazón. En la orquesta toca el bombo el hombre de la timba nacional y el violín la “electroingeniería”. Aguante YPF. Ave, Cristina, los muchachos de la gloriosa “jotape” te saludan.

En el 1990, con Carlos Menem avanzando hacia Moisés Ikonikof hasta convertirlo en estrella de vaudeville, firmé un artículo: el peronismo ha muerto. Tal vez deba tropezar con la misma piedra. En todo caso libremos de maleza el estropicio. El peronismo del ‘50 es sólo un juego de memoriosos, pero sostenerlo en el 2011 es francamente decadente. Se lo sostiene.

De un lado está el peronismo y su modo de entender Estado y Sociedad, su terreno de caza. Del otro las democracias formales que, en Argentina, se ofertaron desde 1880/90 y que se creyeron inmortales. Tienen puesta la mortaja.

En los medios está el actor protagónico de la pelea de dos modelos, el peronismo necesita enemigos y poder, más enemigos más poder. Fabriquemos enemigos que fabricaremos poder pero, ay, los medios opositores juegan el juego, les agrada. Ni bien ni mal. Es así.

No conviene negar la montaña si la estamos mirando. Cuando los medios, hoy políticamente definidos, juegan a ser actores políticos pierden y ganan. Pierden perfil, ganan coherencia. Hoy los medios argentinos son excepcionalmente coherentes. Todos. Vivimos una época en que todo cuanto se dice tiene un claro sustento político. Es necesario que quede dicho. En la Batalla de Pavón pasaron a degüello a la inocencia. Estamos advertidos.

Con los genes del peronismo trocados, mutados, elastizados, la viuda avanza para llevarse todo a su casa, a como dé lugar. No hay democracia formal ni Parlamento para parlamentar  ni consideraciones a nadie. Ni política vieja ni nueva. Nada. Rien de rien, cantaría Edith Piaf. A Cristina le asiste la única razón por la que peleó: los votos.

La democracia formal ha muerto. Al menos la que conocimos. El Cristinismo, etapa superior del peronismo, toma la actualidad. Acaso el peronismo haya muerto esta vez. Mañana seremos otra cosa. No precisaremos que nos cuenten una mentira bonita. El relato será una tontería en la Nueva Argentina. Basta de fantasía, avisan los gobernantes, se viene la realidad.

“Desde adentro, desde la función te digo que no es así, que nunca el relato se impone a la realidad, que ésta finalmente se te aparece ante la cara y te pega el cachetazo” Un ministro, en confianza, daba cuentas de su experiencia. El ministro, se sabe, es palabra evocada. Habla en nombre del señor.

(*) Testigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario