viernes, 16 de diciembre de 2011

NOTA DE OPINIÓN

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN PELIGRO

El ¡Vamos por Todo! se hace realidad (Perón incluido)

 Días antes de las elecciones de octubre, Gabriel Mariotto expresó que, después del 23/10, "¡Vamos por todo!" Y, segun todo lo indica, lo están cumpliendo.

por JORGE HÉCTOR SANTOS



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). La Argentina es un país difícil de comprender para quienes observan cómo un gobierno con fuerte tilde autoritario y con posibilidades de perpetuarse en el tiempo, fue reelecto por una inmensa mayoría.

Con un 2012 complicado en lo económico, los dueños del relato que acomoda la historia y el presente según sus apetencias -donde del futuro no se habla- el país de Belgrano, San Martín, Sarmiento, Roca, Hipólito Irigoyen, Juan Domingo y Eva Perón quiere ser convertido en el de Cristina y Néstor Kirchner.

Ella (la presidente) concentra todo el poder y el llanto (sin que se le corra el maquillaje) por Él, quien se multiplica en monumentos, mausoleo, nombres de avenidas, calles, plazas y diarios discursos.

El ir por todo, se ha convertido para el gobierno  -en un país con tantas necesidades básicas-  en ir en por todos aquellos medios independientes que critican al gobierno;  en ir contra Hugo Moyano para hacer desaparecer al peronismo histórico de la CGT y en su reemplazo que surja la CGT K;  y en sacar del medio a todos aquellos que como Daniel Scioli podrían ser aspirantes a ser presidentes en 2015 (lugar reservado para Cristina o para quien esta decida).  

La cuota de venganza, fanatismo, revanchismo y la acumulación de poder son los integrantes verdaderos del modelo del cual se habla.

La operación que el oficialismo desató contra Papel Prensa en el Congreso en forma vertiginosa no tiene sustento racional alguno, salvo a la luz de los componentes del modelo descriptos.

El objetivo es poner de rodillas en tiempo récord, regulando el insumo básico de los diarios, a La Nación y Clarín, los 2 matutinos más importantes del país.  

Muy pronto, antes de fin de año, Cristina por cadena nacional, anunciará “El papel de diarios para todos”, cosa que al ciudadano común poco le importa pero el verdadero trasfondo de la medida es que su libertad de expresión y de información entrará en serio peligro.

La escribanía del Ejecutivo, el Congreso en manos oficialistas, le delegará al Ministerio de Economía el dictado de reglamentaciones que regulará Papel Prensa (propiedad de La Nación, Clarín y del Estado nacional que tiene el 27% de la sociedad); por lo tanto nada más ni nada menos que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, o bien de su subordinada a cargo de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri (ambos destructores del INDEC) se encargarán de tal misión; siendo los 2 manifiestos enemigos de Papel Prensa (léase de La Nación y Clarín).   

Basta recordar que precisamente Guillermo Moreno fue el autor del novelesco historial llamado "Papel Prensa. La verdad", y que fue presentado con un despliegue escenográfico importante por Cristina Fernández. ¿La verdad sobre Papel Prensa será cómo la verdad de los índices de inflación que dibuja el promovido funcionario?

La pregunta que cualquiera podría formularse es si falta papel para imprimir diarios en el país, la respuesta es NO. Papel Prensa, hoy por hoy, fabrica papel incluso más caro que el que se puede importar  y hay una sobre oferta de este en el mundo. Existe también otra fábrica “Papelera de Tucumán” ,propiedad de Alberto Pierri, que debería fabricar papel de diario pero no lo hace y sin embargo -como el ex presidente de la Cámara de Diputados en tiempos de Carlos Menem- es afín al kirchnerismo, nada se le exige.

Por ende, qué pretende el gobierno con esta nueva batalla de una guerra sin cuartel contra el periodismo menos complaciente. Está claro, la pretensión es controlar el papel para retacearlo a Clarín, La Nación, Perfil y otros diarios críticos. ¿Cómo?  Poniéndole trabas a la importación de tal insumo, exigiendo inversiones enormes a los accionistas privados de Papel Prensa, para que el Estado se termine quedando con la empresa sin indemnización (por una virtual confiscación).

Mientras llegan las fiestas, las vacaciones, se aumentan los días feriados y se avecinan tiempos turbulentos para el bolsillo, una nuevo y delicado paso de autoritarismo está en marcha para cercenar un derecho humano fundamental, la libertad de expresión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario