viernes, 31 de julio de 2015

LA LÍNEA 60, EL 'BOTÍN DE GUERRA' EN LA INTERNA DE LA IZQUIERDA Y LA CGT

AGENCIA / CLAVES 


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El conflicto en la Línea 60 de colectivos parece no tener resolución a corto plazo aunque hoy (31/7) había otra reunión en el Ministerio de Trabajo. 



Después de que esta semana los choferes fueran duramente reprimidos por las fuerzas al mando del Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni en Panamericana (todo justificado luego por el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández) quedó claro que la Unión Tranviaria Automotor (UTA), de Roberto Fernández está al margen de esas protestas y que no actuaría ante lo que ocurriera con los trabajadores.

Hace rato que la UTA se desligó de lo ocurra con esos choferes y quedó afuera del conflicto con la empresa Monsa que opera la línea.

Días atrás, Fernández coincidió con los empresarios y consideró que el tema en la 60 es "un tema político donde no hay despidos". El dirigente sindical lamentó la situación vivida durante la protesta en la autopista Panamericana y repudió que "un grupo de compañeros manifestantes de izquierda hagan en sus lugares de trabajo actitudes que no ayudan en nada".

También respaldó la posición de Monsa de que no se cobre boleto: “el gremio no puede estar de acuerdo cuando manifiestan que no van a cobrar boleto y llevar pasajeros gratis. Eso es imposible. Les decimos que recapaciten que acepten la conciliación obligatoria y seguir dentro de la norma y la ley, en los carriles que corresponden".

Desde el gobierno nacional la agencia estatal Télam también dio espacio a Fernández, a pesar de que su gremio adhirió al último paro general convocado por la CGT de Hugo Moyano.

El conflicto en la Línea 60 ya lleva 40 días, hoy podría haber definiciones tras la reunión en Trabajo con la UTA, empresarios y el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. Es claro que la Línea 60, por las zonas que hace en su recorrido, el caudal de gente que transporta, su prestigio y la cantidad de usuarios que tiene, es un botín sindical.

Detrás de él está la Unión Tranviaria Automotor, ahora en retirada y el dirigentes de izquierda ferroviario Rubén Darío “Pollo” Sobrero.

Para Fernández es una carta importante a la hora de negociar quien queda al frente de la CGT reunificada cuando Cristina Fernández deje el poder.

El titular de UTA sabe que su gremio ha sido clave para el éxito de los paros nacionales que motorizó Hugo Moyano & Cía, por eso esta interna gremial lo debilita internamente y le quita peso hacia afuera. En tanto, el “Pollo” Sobrero tiene sus aspiraciones políticas como precandidato a vicegobernador por el Frente de Izquierda de los Trabajadores (donde comparte fórmula con Néstor Pitrola) en interna con la Izquierda Unida de Christian Castillo.

El tema en la 60 le da visibilidad y lo fortalece internamente. Sobrero, que viene de protagonizar varias protestas en la Línea Sarmiento del ferrocarril socavando el poder de La Fraternidad, quiere poner un pie fuerte en territorio de la UTA (que también perdió alcance en los subtes).

Se sospecha que detrás de él podría estar el moyanismo. En todo caso, cada vez que la Izquierda intentó avanzar sobre estos gremios los mismos que hoy se sientan con Tomada son los que antes lograron frenarlos: la CGT y los empresarios del sector con el Gobierno nacional y provincial que respaldan a los sindicatos tradicionales peronistas.

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