jueves, 28 de diciembre de 2017

SANGRIENTO ATAQUE CONTRA UN CENTRO RELIGIOSO DEJA MÁS DE 40 MUERTOS

GLOBAL / KABUL 

Uno de los heridos en el atentado suicida de Kabul, es trasladado
al hospital. MOHAMMAD ISMAIL REUTERS

(U24) - Al menos 41 personas murieron y 84 resultaron heridas el jueves en un ataque contra un centro cultural musulmán chiita en la capital afgana, Kabul, según las autoridades. El grupo terroristas ISIS se adjudicó el atentado. 


 Varios atacantes suicidas provocaron una explosión ante el centro antes de atacarlo, indicó Najib Danish, portavoz del Ministerio del Interior. Después detonaron explosivos en el sótano del edificio, donde decenas de personas se habían reunido para conmemorar la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979.

Los testigos dijeron que al menos un suicida logró acceder al acto y estaba sentado entre los asistentes, indicó el líder chiita Abdul Hussain Ramazandada. El hombre se inmoló cuando la gente huía de otras explosiones.

La sala de urgencias del cercano hospital de Istiqlal se vio sobrepasada por los muertos y heridos, indicó el director del centro, Mohammed Sabir. Se pidieron refuerzos de médicos y enfermeros para ayudar y en el momento de mayor actividad, más de 50 médicos y enfermeros trabajaban para salvar a los heridos, la mayoría de los cuales sufrían quemaduras graves.
Víctimas del atentado

 "Tras la explosión hubo fuego y humo en el edificio y todo el mundo pedía ayuda.Estábamos en el vestíbulo, en segunda fila, cuando la explosión se produjo detrás de nosotros (…) Después había fuego y humo en la sala”, contó Mohamad Hasan Rezayee, un estudiante con quemaduras en la cara y las manos.

 “Era el caos. Todo el mundo gritaba y lloraba. La gente estaba presa de pánico. Todos pedían ayuda”, describió. Según él, entre las víctimas figuran mujeres y niños.

El ministerio de Salud dio un balance inicial de cuatro muertos y un hospital confirmó haber recibido 18 heridos. “5 de ellos se encuentran en estado crítico y nuestros médicos intentan salvarles la vida”, declaró Sabir Nasib, el director del hospital Istiqlal.

 Este es el último de una larga lista de atentados en Kabul, una de las ciudades más peligrosas del país. El 31/05, un camión bomba mató a 150 personas e hirió a alrededor de 400. "Los terroristas volvieron a cometer crímenes contra la humanidad atacando mezquitas, lugares santos y centros culturales. Sus crímenes son imperdonables", estimó el presidente afgano Ashraf Ghani en un comunicado.

 El centro cultural, un edificio de 2 plantas, se encuentra en el humilde barrio de Dasht-e-Barchi, de mayoría shiíta, en la zona oeste de la capital. Se trata de una estructura sencilla rodeada por viviendas de adobe en las que viven algunos de los más pobres de Kabul.

 Un miembro destacado del consejo clerical chiita Mohammad Asif Mesbah dijo que el ataque podría deberse a que el centro también alberga la agencia de noticias Afghan Voice, que tiene una marcada tendencia proiraní.
Víctimas atendidas en el hospital

Su propietario, Sayed Eissa Hussaini Mazari, es un firme defensor de Irán y en la cobertura de la agencia predominan las noticias sobre Irán, un país de mayoría chiita. La agencia de noticias Amak, que funciona como portavoz del ISIS, afirmó que un atacante suicida propio se hizo volar por los aires en medio de una multitud. Y habla de 100 muertos.

El ISIS ha reivindicado varios atentados contra shiítas en Kabul. El grupo hizo una advertencia este año tras un ataque contra la embajada iraquí en la capital afgana, en la que prometía perseguir a los shiítas afganos.

Desde entonces, la milicia se ha atribuido al menos 2 ataques contra mezquitas shiítas en Kabul y uno en la ciudad occidental de Herat, en los que han muerto decenas de personas. La rama del grupo ISIS en Afganistán agrupa a milicianos uzbecos del Movimiento Islámico de Uzbekistán, que se separaron de los talibanes, y a insurgentes desencantados que han abandonado a la más grande y establecida fuerza talibán.

 Ante el aumento de los ataques contra shiítas en Kabul ha crecido el miedo entre los vecinos de la zona. La mayoría de las escuelas tienen guardias armados adicionales salidos de la población local. Aun así, Ramazandada dijo que la seguridad en el centro cultural era escasa.

"Los terroristas han matado a nuestra gente. Los terroristas han atacado nuestras mezquitas, nuestros lugares sagr ados, y ahora nuestro centro cultural", indicó en un comunicado publicado por el palacio presidencial, en el que afirmó que estos atentados son ataques contra el islam y "todos los valores humanos".

 En octubre al menos 39 personas murieron en un ataque contra una mezquita chiita. El portavoz del presidente afgano, Ashraf Ghani, calificó el ataque de "imperdonable" crimen contra la humanidad. Por su parte, el Gobierno de España manifestó su condena al atentado suicida que causó la muerte de al menos 41 personas y dejó a otras 80 heridas en la ciudad afgana de Kabul.
Víctimas atendidas en el hospital

 "Las docenas de muertos y heridos en este atentado son otra muestra de la barbarie del Daesh", destaca el Gobierno español en su comunicado. Madrid trasladó sus condolencias a los familiares de las víctimas y expresó su "cercanía y solidaridad" con el pueblo de Afganistán en "estos momentos de profundo dolor".

 Además, España manifestó que seguirá apoyando la "reconstrucción política y económica de Afganistán" e instó "a renovar la unidad internacional en la lucha contra el terror".

 Según un informe publicado este mes por Reporteros sin Fronteras, Afganistán se encuentra entre los países más peligrosos del mundo para los trabajadores de los medios de comunicación, con 2 periodistas y 5 asistentes de medios asesinados mientras realizaban su trabajo en 2017.

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