viernes, 2 de septiembre de 2011

NOTAS DE OPINIÓN


Cuidemos la Vida de los Niños

Como un aporte para toda la sociedad argentina propiciamos que en forma urgente todos los adultos tomemos conciencia de la necesidad impostergable de proteger la vida y el bienestar de todos los niños sin ningún tipo de discriminaciones.


Consideramos necesario implementar caminos nuevos y distintos a los imperantes, con estrategias innovadoras que promuevan factores protectores que tengan en cuenta las necesidades vitales de niños, niñas y adolescentes.

Es imprescindible evitar los dobles discursos y las teorías vacías de contenidos.
Las complejas problemáticas infanto-juveniles requieren que le brindemos: afectividad, comprensión, respeto, educación, buen trato, generosidad, amparo y justicia.

Basta de exclusión, marginalidad, desigualdad y olvido de los niños.
Esto se puede lograr si con humildad y sin soberbia nos acercamos a ellos, sin intereses inconfesables.

Los niños, niñas y adolescentes lo necesitan y lo merecen por ser las "semillas" de una humanidad más saludable y más ética.

Los pediatras, como miembros insustituibles de los equipos cuidadores de la salud infanto - juvenil, ayudaremos en esta coyuntura a intentar terminar con los horrorosos episodios de irracional violencia que les arrebataron la vida a niños indefensos como Candela, Juan, María y tantos otros?

Solo los esfuerzos compartidos y continuados de las familias, las comunidades y la puesta en marcha de políticas de Estado pragmáticas, facilitarán una calidad de vida digna de ser vivida por toda la infancia y la juventud de nuestro país.

Dr. Roberto Mateos
Doctor en Ciencias Medicas
Especialista y Consultor en Pediatría
www.aainfancia.org.ar

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¿Qué podemos decir?

Mataron a una hija nuestra y con ella hemos muerto un poco cada uno de nosotros.

Dolor por esa chiquita que durante nueve días nos miró sonriente desde su foto y que ya no está.

Imposible pensar o intentar explicar lo inexplicable, Candela muerta y con impotencia, todo un pueblo la llora.

El cardenal Bergoglio dijo: "el de Candela es sólo un caso de cientos de niños desaparecidos, pero como todos, hay que atenderlo y con urgencia". Una verdad indiscutible.

Ocurre que, a ninguno de los casos de cientos de niños desaparecidos que menciona, se los atiende. Ni con urgencia, ni sin ella. No se los tiene en cuenta.

Monseñor Bergoglio reiteró su invitación a los argentinos a que le pidan al Señor "la gracia de no llegar a ser un pueblo triste".

Perdón Cardenal, desde mi lugar en el Equipo, creo que debemos pedir al Señor DEJAR DE SER UN PUEBLO TRISTE, porque desde hace mucho que lo somos.

Abatimiento, frustración, falta de proyectos o de futuro.
Somos simples observadores o potenciales protagonistas de tremendos hechos violentos

Diariamente matan a jóvenes, padres de familia, mujeres y ancianos.
Argentina se encuentra inmersa en un baño de sangre desde hace muchos años y no podemos seguir así.

¿Servirá de algo la muerte de Candela?
Tengo para mí que no.
Como no sirvió la de Alex Blumberg ni la de tantos otros chicos.-

Podría volcar en esta nota mi postura académica o práctica respecto de políticas de estado sobre inseguridad. Criticar leyes a modificar, en relación a la falta de formación de la policía y su aparente torpeza en el caso, transcribir proyectos propios y ajenos?

En resumen; muchas cuestiones oscuras de las que ya los medios y analistas políticos se están ocupando.

¿Para qué? No tiene sentido
Candela está muerta y muchas otras Candelas seguirán su destino.

Once años, el rostro destrozado y su cuello partido.

A una niña argentina buena y feliz le han quitado el primero y más sagrado de los derechos: "El derecho a vivir".

Y a nosotros? la poca esperanza que nos quedaba.

Que Dios haga Justicia.

Dra. Martina Antonini
Dirección General
EPAMM (Equipo de Prevención del Abuso y Maltrato en Menores desde la Concepción)
www.epamm.org


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