sábado, 3 de septiembre de 2011

POLICIALES


EL CERCO SE CIERRA SOBRE EL BARRIO Y EL ENTORNO FAMILIAR

Candela, tema del fin de semana

 Luego de que Cristina Fernández eligiera como hipótesis la trata de personas y que a Daniel Scioli solo le importara 'surfear' el impacto mediático del caso, los investigadores policiales comenzaron a trabajar en lo obvio (el secuestro extorsivo)... pero Candela ya está muerta.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Pobre Candela Sol Rodríguez. Nadie elige el entorno familiar en que nace y crece. A ella le tocó, en mala suerte, uno muy complicado. Fatal.
Pobre los muchos niños y adolescentes que viven situaciones similares (en una sociedad de población carcelaria que crece vertiginosamente) y que todavía no son noticia porque no fueron secuestrados y/o asesinados.

Los investigadores del asesinato de Candela creen haber hallado ahora la casa donde estuvo secuestrada la niña (no es el galpón de la calle Kiernan al 900, en Villa Tessei).

Los investigadores llegaron al inmueble a través del testimonio de 2 vecinos -bajo identidad reservada- del barrio Luna, de Hurlingham, donde vive la familia de Candela.

Según los voceros consultados, esa casa fue allanada por la Policía el viernes 02/09, al igual que 2 viviendas también en la zona oeste del Gran Buenos Aires.

En tanto, algunos recortes.


"72 horas del hallazgo del cuerpo de Candela Sol Rodríguez, los investigadores de la policía bonaerense no lograron detener a ningún sospechoso del asesinato de la niña de 11 años. No obstante, desde el gobierno nacional se afirmó que la investigación para esclarecer el asesinato apunta a una organización delictiva con la que están relacionados algunos integrantes del entorno familiar de la víctima.

Anoche, un grupo de peritos de la Dirección de Policía Científica revisaba una casa situada en Villa Tesei, a 30 cuadras de la vivienda de la víctima, ante la presunción de que se trataba del lugar en el que los asesinos mantuvieron oculta a Candela durante nueve días.

A partir de los datos revelados en la autopsia, los investigadores trabajan sobre la hipótesis de que Candela conocía a los hombres que la secuestraron. Esta presunción se fundó en que el cuerpo de la víctima no tenía marcas de ataduras hechas en vida ni signos de haber sido golpeada o violada.

Sobre la base del resultado de la autopsia, los investigadores afirmaron que Candela fue muy bien cuidada durante los siete días que permaneció cautiva antes de ser asfixiada.

"El estado de nutrición, hidratación de la niña y la falta de signos de ataduras hacen pensar que los días previos a la muerte pudo moverse normalmente dentro del perímetro en el que estaba encerrada, que no se sabe cuál es", afirmó ayer por la tarde el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate.

Mientras tanto, en el gobierno nacional se informó que la investigación para esclarecer el homicidio de la niña, de 11 años, avanzaba sobre una organización delictiva con la que están vinculadas varias personas del entorno familiar de la víctima. (...)".


Imposible pasar por alto la portada del diario Crónica, en la que se lee "¿Entregadora?":

"Carola (N. de la R.: Labrador, la mamá de Candela) habría participado en el secuestro de la sueña del supermercado para el que trabajaba. En el barrio crece la bronca contra la familia. Ayer se supo que ella y su marido usurparon hace 8 años la casa en la que viven".

Lo de la usurpación ya lo había revelado por C5N el día jueves 01/09 Eduardo Feinmann.



"(...) La primera circunstancia a analizar: la nena no tenía ningún signo de haber sido maltratada durante su cautiverio (incluso llevaba el mismo peinado que el día en que desapareció). 

“Estaba hidratada, había comido entre tres y seis horas antes de su muerte y, pese a las primeras versiones que dio un forense policial, no la habían golpeado”, detalló el vocero consultado. Esto, evalúan, podría indicar que Candela conocía a sus secuestradores y que por eso no hubo violencia durante los siete días en los que estuvo privada de su libertad antes de que la mataran.

La segunda circunstancia: una vez concretado el homicidio, los asesinos de Candela cubrieron sus huellas con un profesionalismo llamativo.

Aunque ya se confirmó que la nena no fue violada, apareció totalmente desnuda. Para los investigadores, los secuestradores sabían que el Poder Judicial de San Martin contaba con tecnología (recientemente adquirida) para encontrar rastros de piel y ADN en prendas. Eso los hace pensar en policías.

Otro detalle importante es que, luego de asfixiarla, sus asesinos doblaron el cuerpo y lo ataron hasta que sobrevino el “rigor mortis”. “Recién entonces la desataron y la metieron en la bolsa de consorcio en la que la tiraron”, confiaron las fuentes consultadas, quienes atribuyen esta conducta a gente con conocimientos en el tema.

A esto se le suma el momento y el lugar donde abandonaron el cuerpo. Como si supieran que el rastrillaje oficial de la Policía iba por otro lado.

Todas estas especulaciones se dan en un marco muy particular. 

Por un lado, Carola Labrador, mama de Candela, se ocupó ayer de desacreditar las versiones de que lo ocurrido se relaciona con su familia y los vínculos de esta con narcos y piratas del asfalto. 

Por otro, crece la hipótesis de que todo podría estar conectado con una serie de secuestros narcos de villa Korea (San Martín) que se viene sucediendo hace cinco meses.

Como publicó Clarín (...), al menos siete personas relacionadas con el narcotráfico –o sus familiares– fueron secuestradas en la zona de villa Korea, uno de los polos de venta de droga más importantes de San Martín. De ese barrio proviene gran parte de la familia de la nena, que visitaba el asentamiento con frecuencia.

En sólo uno de esos casos se realizó denuncia policial, pero todos –según confiaron voceros judiciales a Clarín– tienen un denominador común alarmante: los secuestradores se presentaron siempre como policías. (...").



"(...) Alfredo Omar Rodríguez o Roberto Mauricio Rodríguez –tal como figura en el registro de antecedentes– es el hombre que se constituye (al menos hasta ahora) en una de las piezas claves de la investigación por el asesinato de su hija. 

Rodríguez, que declaró dos veces ante el fiscal Marcelo Tavolaro, repitió más de una vez que no tiene enemigos y que si el crimen de Candela fue un mensaje para él es “porque hicieron correr en el barrio que era un buchón de la Federal”. 

El hombre aseguró que no le debe “nada a nadie” y que si la muerte de la nena fue un vuelto dirigido a él se tendrá que buscar en el círculo de personas que conoció a lo largo de su vida. 

Por eso, los investigadores comenzaron a analizar los antecedentes penales del padre de la víctima para tratar de establecer si de alguno de ellos se desprende algún vínculo con el homicidio de Candela, y si realmente la persona que la mató lo hizo para cobrarse una deuda pendiente con su padre.

(...) Desde el año pasado, Rodríguez está preso en el Complejo Penitenciario de Magdalena por un hecho de piratería del asfalto que cometió el 21 de julio de 2010 en Villa Tesei. Ese día, la Policía lo detuvo en un camión con una gran cantidad de bobinas de hierro que habían sido robadas. Por ese delito, recibió una condena de tres años de prisión. (...)

Pero esa no es la única causa que tiene Rodríguez. Según fuentes judiciales consultadas por este diario, Rodríguez comenzó su carrera delictiva a los 14 años. Tenía otra condena por causas iniciadas en San Martín y San Isidro. El 17 de noviembre de 2010, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de San Isidro le dictó la pena de tres años y dos meses de prisión por los delitos de “robo calificado, privación ilegítima de la libertad, tenencia ilegal de arma civil, robo en poblado y en banda, daños y amenazas por uso de arma de fuego”.

“Las penas de Morón y San Isidro se unificaron y entonces le quedaron cinco años. O sea que le faltan 12 o 15 meses para poder acceder a algún beneficio”, explica a PERFIL Carlos Telledín, abogado de Rodríguez, quien aclara que luego de enterarse del asesinato de su hija, su cliente no se contactó con él. El letrado confirmó que se enteró en las últimas horas que en una fiscalía de Mercedes le adjudicaron una nueva causa por piratería del asfalto en la que antes le habían dictado falta de mérito. 

Los hechos por los que fue condenado el padre de Candela datan de los años 2001, 2004 y 2007. Y fueron cometidos en Tigre, San Martín y Manuel Alberti. 

También en Capital Federal, Rodríguez tuvo una causa pero el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 12 le otorgó una probation por un robo agravado."

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