jueves, 1 de septiembre de 2011

POLICIALES


¿QUÉ SABÍA EL GOBIERNO PROVINCIAL?

Candela: La versión de las 2 bandas y un diálogo importante

 "El diputado provincial Raúl Perez comentó en una reunión, una conversación que habría mantenido con el jefe de gabinete, Alberto Pérez, en el que éste le habría reconocido que la provincia tenía datos certeros sobre el caso de Candela desde hace una semana", afirma la web que dirige Silvana Varela.
ITUZAINGO (BuenosAires2punto0). “Nosotros no nos vamos a meter, que se arregle la justicia”.
Esa es la frase, que según Raúl Pérez, presidente del bloque de diputados del FpV de la provincia de Buenos Aires, le habría dicho Alberto Pérez, el jefe de gabinete bonaerense, cuando el legislador lo llamó para comentarle que había recibido una invitación para asistir al programa que conduce Gustavo Sylvestre por América 24.
Cuando la producción de “Con Voz propia” llamó a Pérez, el diputado, para invitarlo al programa, ya había aparecido el cuerpo de Candela Rodríguez, en una bolsa negra, a la vera del Acceso Oeste, a la altura de Morón. Apenas a 30 cuadras de la casa de la nena.
Pérez legislador, llamó a Pérez Jefe de Gabinete para pedirle permiso para concurrir al programa, y desde el Ejecutivo provincial, le pidieron que se negara.

El relato de la llamada se conoció, por boca del propio Raúl Pérez, después de las 19:00, en el seno de la reunión que mantuvo el bloque oficialista en la Residencia del Presidente de la Cámara, Horacio González.
Según comentó Pérez a sus pares, su homónimo Jefe de Gabinete le habría dicho “Esto no es un tema de seguridad, sino de 2 bandas”. 
La teoría de los 2 demonios que apenas minutos después de la aparición sin vida de la nena que durante 9 días buscó un país, echó a correr a viva voz el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
Por eso, un audio que registró la llamada de un hombre que le pedía a la tía de Candela, que la madre le preguntara al marido “dónde tiene la guita” y la amenazaba con que si no, no vería más a la nena, comenzó a circular rápidamente por los canales y radios.
La culpa es ajena. No es de la investigación defectuosa que llevó a cabo Ricardo Casal.
Para Pérez, el funcionario, un enfrentamiento entre bandas no es un tema de seguridad; no atañe al gabinete provincial; no implica la necesidad de actuar por parte de la policía, ni prevenirlo con investigación.
Pero además, según afirmó Pérez el diputado en la reunión de bloque, el jefe de gabinete le habría reconocido que la información de la banda, y el dato certero de que no se trataba de una red dedicada a secuestrar mujeres para explotación sexual, ya lo tenían desde hace 1 semana. Un dato preciso para encontrar a Candela con vida, porque además, en ese momento lo estaba. Sus captores la mataron 7 días después de secuestrarla.
Incluso, el funcionario le habría comentado al legislador, que “hace unos días, un pibe denunció que en la casa de Candela se vendía droga”, y desvió el tema a un ajuste de cuentas. “Queremos que la madre empiece a hablar, porque algo empezó a decir en las últimas horas, pero ella sabe más cosas que aun no dijo”, comentó el diputado, que le habría explicado Alberto Pérez
También, según lo relatado por Pérez, el otro Pérez le habría asegurado que el caso tiene su origen en que la madre formaría parte de esa venta ilegal de estupefacientes, y que “se habría quedado con guita que reclaman los otros”. Quería además la administración provincial, que la “filtración” de los audios de las presuntas llamadas extorsivas terminaran forzando a la madre a contar más de lo que dijo hasta el momento.
Saber que sabían no sólo no calma el dolor, sino que lo empeora para una ciudadanía que puso todo su esfuerzo en una búsqueda que terminó de la peor manera.
Saber que sabían, implica además, que hubo inoperancia, porque ni aún sabiendo pudieron dar con el paradero de la nena antes que sus captores tomaran la determinación de acabar con su vida.
Saber que sabían significa, por otra parte, que a los ojos de la administración Scioli, si el tema es entre bandas es algo que escapa a las fuerzas de seguridad, olvidando quizá, que precisamente por tratarse de bandas es un tema que atañe a su gestión, porque demuestra que no hay una adecuada política de prevención; que no tienen idea de dónde están quienes delinquen ni cómo operan. 
Quizá es preferible pensar que no sabían, a caer en la cuenta que sabían y no actuaron con los procedimientos adecuados para estos casos. O peor aun, que se peinaban para la foto si lograban rescatarla con vida, pero que ante el peor de los escenarios, no hay foto, y la culpa, siempre es ajena.
 

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