viernes, 19 de febrero de 2016

CHILE Y ARGENTINA REVISAN BASES EXTRANJERAS EN LA ANTÁRTIDA

LATINOAMÉRICA / EN CONJUNTO 



Chile y Argentina reanudaron, conjuntamente, la inspección de estaciones y bases extranjeras en la Antártica, suspendidas desde 1990, al amparo del Tratado Antártico y de su Protocolo sobre Protección del Medio Ambiente, informaron ayer, jueves, fuentes oficiales.


 Los controles se efectuaron a refugios ubicados en las islas Shetland del Sur, a 120 kilómetros de la península antártica, donde se concentra la mayor cantidad de estaciones extranjeras, en función de un procedimiento de fiscalización mutua.

 Las revisiones se llevaron a cabo entre los días 15 y 18 de febrero de 2016, 26 años después de la última inspección realizada en territorio antártico en 1990, según precisó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.

 Estas inspecciones pretenden garantizar la transparencia de las actividades desarrolladas en la Antártica y el cumplimiento de las normas establecidas en el Sistema del Tratado Antártico, como aquellas de naturaleza medioambiental.

 El informe resultante de estas revisiones incluirá las recomendaciones a la 39 Reunión Consultiva del Tratado Antártico, suscrito por Chile en 1959, que se realizará en el país desde el 23 de mayo al 1 de junio de este año, precisó el Ministerio.

 Al encuentro asistirán más de 50 países firmantes para hacer un balance de los 25 años de funcionamiento del Protocolo de Madrid, acuerdo que definió al continente blanco como una "reserva natural dedicada a la paz y la ciencia".

 El Tratado Antártico, del cual Chile es "parte consultiva", establece la utilización de la Antártica únicamente con fines pacíficos y prohíbe expresamente toda medida de carácter militar.

 Sin embargo, ninguna disposición de este acuerdo internacional puede interpretarse "como una renuncia o menoscabo a cualquier fundamento de reclamación de soberanía territorial" que alguno de los países firmantes pueda tener.

 En 2014, el entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera, viajó a la Antártica para establecer una base polar a mil kilómetros del Polo Sur, con el objetivo de "reafirmar demandas soberanas" y "ejercer presencia efectiva, desarrollar ciencia avanzada y explorar la zona".

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