viernes, 21 de octubre de 2016

EL CASO MANAOS Y LOS 7,6 MILLONES DE HECTÁREAS DE BOSQUES QUE FALTAN

PANORAMA / EMERGENCIA FORESTAL 



Está claro que en la actualidad hay una mayor concientización sobre los recursos naturales y el cuidado del medioambiente. Pero esto no es nuevo. Particulares y organizaciones vienen luchando para que el Estado, a partir de la sanción de leyes y regulaciones, ayude a cuidar el ambiente. 


Un bosque nativo es un ecosistema forestal natural formado por especies arbóreas nativas maduras, con especies de flora y fauna, y el medio que las rodea compuesto por el suelo, el subsuelo, el clima, la atmósfera y los recursos hídricos.

Esto incluye tanto a los bosques nativos de origen primario en los que no hay intervención del hombre como a los bosques de origen secundario que se formaron después de un desmonte.

En 2007 se aprobó la ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos o más conocida como Ley de Bosques y reglamentada en febrero de 2009. Pero esto no alcanza .

Lamentablemente, no en todos los casos se cumple y esto termina siendo peligroso para el medioambiente en general y para las personas que viven en los alrededores.

Según el informe “Ganadería intensiva: Nueva amenaza para nuestros últimos bosques nativos” de Greenpeace en 2011: “Argentina se encuentra en emergencia forestal: ya perdimos el 70% de los bosques nativos originales y la deforestación aumentó fuertemente en los últimos veinte años por el avance descontrolado de la frontera agropecuaria”.

Y además agrego los siguientes datos: “El Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos, finalizado en 2007, estimó una superficie de 31.443.873 hectáreas de bosques nativos.” Uno de los más recientes casos que se conoció tiene como protagonista al dueño de la empresa de gaseosas Manaos, Orlando Canido.

El empresario fue denunciado por el desmonte ilegal de 500 hectáreas que hizo en la provincia de Santiago del Estero y que forma parte del proyecto que busca terminar con casi 4.000 hectáreas de tierras que son reclamadas por 60 familias de la Comunidad Indígena Yaki Cachi Bajo Hondo, según publicó Greenpeace.

Además, de esta forma estaría incumpliendo la Ley de Bosques como así lo indicó la ONG, porque cuando se trata de un caso de desmonte de los bosques nativos se debe respetar, ante todo, los derechos de las comunidades indígenas que ocupan esas tierras.

El cuidado de los bosques nativos no son un capricho de organizaciones ambientales ni mucho menos de comunidades indígenas. Su conservación es fundamental para el cuidado del medioambiente porque cumplen su función dentro de la biodiversidad.

Tal como señala el Observatorio Nacional de Biodiversidad, entre sus servicios se encuentran: -regular la temperatura y la humedad creando microclimas; -nutrir, fijar y proteger los suelos de la erosión, la desertificación, la velocidad del viento y el agua; -absorber y almacenar agua evitando así que se generen inundaciones, como también almacenar el dióxido de carbono (CO2), gas de efecto invernadero que potencia el cambio climático; -purificar el aire y liberar el oxígeno; -mantener la diversidad biológica y reforzar la identidad cultural; -son espacios de recreación y descanso.

¿Y qué beneficios específicos traen los bosques para las poblaciones que se encuentran cerca?

Principalmente producen madera que se usa como material de construcción además de otros productos como medicinas, fibras vegetales, miel, tinturas, resinas y látex.

Como así marcó el Observatorio sobre los perjuicios que tiene el dióxido de carbono, la Fundación Vida Silvestre indicó que casi el 20% de las emisiones de gases que producen el efecto invernadero –entre ellos el (CO2)− se dan como resultado de la deforestación y la degradación de bosques.

Según la Fundación Vida Silvestre, en los últimos años la deforestación terminó con 300.000 hectáreas anuales. Y también indicó, “Un bosque degradado es un bosque que pierde su diversidad biológica, las posibilidades de sostener actividades económicas, y que ese ambiente provea servicios ambientales como la regulación del clima y del agua”.

Por los números que da la Secret aría de Ambiente de Argentina y publica Vida Silvestre: -cada una de las hectáreas de la selva misionera tiene 189,5 toneladas de dióxido de carbono aproximadamente; -los bosques nativos de argentina tienen 9.300 millones de toneladas de CO2 lo que iguala las emisiones de este gas que producen autos, camiones, aviones, industrias, ganado y cultivos en 18 años.

En agosto de 2014, el actor Ricardo Alberto Darín declaró en el programa de Susana Giménez que la Ley de Bosques no se está cumpliendo. En ese entonces había dicho “¿Vos sabés que tenemos nosotros una Ley de Bosques aprobada, nacional? Bueno, esa ley no se está cumpliendo, sobre todo en Salta”.

Y agregó: “Como no se cumple esa Ley de Bosques, que es de protección y evita desmontes, en este momento hay comunidades, como los wichis, los tobas, que están siendo desplazados de su hábitat natural y se quedan sin recursos”.

La ley de bosque establece, entre otras cosas, distintas categorías para la conservación de los bosques nativos.

-categoría I (rojo): zonas donde la tala y el desmonte están prohibidos;

-categoría II (amarillo): no está autorizada la tala pero si un uso sustentable del recurso o desarrollar actividades como el turismo e investigación científica;

-categoría III (verde): son zonas de bajo valor de conservación que se pueden transformar parcial o totalmente pero dentro de los criterios de la ley.

Pero ¿Cuál es el problema?

Estas categorías no siempre son respetadas. Tal como lo denuncio Darín y lo confirmó el sitio web Chequeado.com/, en Santiago del Estero –donde se produjo el problema con el dueño de Manaos− se perdieron aproximadamente 7.000 hectáreas donde la tala y el desmonte están prohibidos (categoría I) y 195.000 de la categoría II.

Esta provincia, junto a Salta, son las que más bosques nativos tienen en sus territorios en todo el país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario