sábado, 15 de abril de 2017

A LA TUPAC LA COMPLICÓ UN HIJO DE NÉLIDA ROJAS

PROVINCIAS / MENDOZA 

Foto: Luis Amieva / diariouno.com.ar


En el primer allanamiento formal realizado por la fiscal Gabriela Chaves en la investigación sobre las cooperativas de viviendas que gestionaba la agrupación kirchnerista Tupac Amaru, la magistrada encontró parte de las pruebas que necesita para sustentar la acusación contra Nélida Rojas y su familia, por asociación ilícita, extorsión, estafa y usurpación en la modalidad de despojo y coacción agravada. 


En horas de la siesta, la fiscal junto con sus ayudantes y miembros de la Policía Científica entraron a los galpones que la Tupac alquilaba en Lavalle, en un lugar conocido como El Pelícano.

Allí encontraron dos camiones con acoplados, una retroexcavadora, una niveladora y material de construcción de diversa índole. Aunque esto es útil a la causa, no fue lo que más buscaba la fiscal, sino los autos de alta gama que manejaban los hijos y otros involucrados en la cooperativa.

Sin embargo, mientras era realizado el procedimiento, llegaron dos hijos de Nélida para interiorizarse de lo que estaba sucediendo: Aldo y Natalia Martínez.

Esta mujer no tenía los papeles en regla de su Corsa, por lo que la fiscal le pidió que fuera a buscarlos.

En ese momento llegó Damián Torrengo, otro de los hijos de Nélida, de un matrimonio anterior, en un Citroën C4 Aircroos (cuesta casi $600 mil un 0km) , lo que llamó la atención de los funcionarios que estaban analizando el material encontrado en el galpón.

Por eso se ordenó una requisa del auto, donde fueron encontrados otros documentos útiles, como pagarés por $80 mil; recibos por materiales de construcción; cheques en blanco de varios bancos firmados por los presidentes de otras cooperativas que fueron formadas para recibir fondos por el plan de vivienda Integración; dólares y pesos en efectivo y fichas de pacientes de un centro de salud que supo ser manejado también por la agrupación.

Pero quizás lo más significativo para Chaves fue el hallazgo casi inesperado de una serie de papeles de transferencias de autos de alta gama, como camionetas Hilux, que formaban parte del listado de los bienes que estaban siendo buscados por los investigadores.

Esas transferencias tenían fecha del 17 de marzo pasado, por lo que la fiscal procedió a retener el auto, ya que además estaba a nombre de otra persona, Hugo Martínez, y la tarjeta verde, a nombre de otra mujer, pero dejó libre a Damián.

LOS GRITOS DE GUEVARA

En medio del operativo llegó el abogado de la familia, Alfredo Guevara, quien creyó que su cliente estaba detenido, pero al escuchar qué había sucedido empezó a subir el tono de la voz, lo que terminó en una agria acusación contra la funcionaria de la Fiscalía Nº2 Las Heras-Lavalle.

"Vos sos una fascista, una represora, yo te voy hacer echar del Poder Judicial, porque gracias a personas como vos la Justicia está como está", gritó Guevara, ante el silencio de Chaves.

Y siguió: "Yo ya te pedí la recusación y vas a terminar fuera de esto", insistió el letrado. A su vez, pidió entrar al lugar donde estaba haciéndose el allanamiento, porque se estaba tomando declaración testimonial al encargado del galpón y consideró que estaba violándose el derecho que tienen sus defendidos a estar presentes en este tipo de testimoniales.

Pero la fiscal Chaves cerró el paso y terminó precintando el lugar, dejándolo con una consigna policial porque continuará hoy con el rastrillaje, sobre todo en unos pozos cubiertos de tierra de una propiedad colindante, para sacarse la duda de que allí pudiera haber algún tipo de documentación o dinero.

Al finalizar el operativo, Chaves explicó que esto era parte de los 24 allanamientos pedidos la semana anterior y que le fuera negado por la jueza de garantías Alejandra Mauricio.

Pero la magistrada este fin de semana sí accedió a darle la autorización para concretar la medida. Además, detalló que seguirá tomando testimonios, haciendo allanamientos y detenciones si así lo considera.

Y es que cuenta con información de la AFIP y del Banco Nación, donde iban a parar los fondos enviados por Nación para el programa Integración, y donde están registrados todos los movimientos de las cuentas de las cooperativas en las que tenía injerencia la familia Rojas- Martínez.

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