lunes, 1 de enero de 2018

CAMBIEMOS A DURÁN BARBA POR MARX

OPINIÓN / FELIZ 2018  



Por RAFAEL GUERSCHANIK - Ex funcionario, consultor y periodista de investigación. 

“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.” Groucho Marx 


 (U24) - En el cierre del año el gobierno, ha modificado las principales propuestas de campaña. Entre ellas:

1. La reparación histórica para reparar la injusticia histórica del Estado con los jubilados. La Administración Macri ha modificado la ecuación de estimación del ajuste aún cuando suponga un coeficiente de corrección menor, comprometiéndose a que, de todos modos, mantendrá su poder adquisitivo.

2. Hay una decisión de pagar el combustible según su precio internacional, aunque -exagerada carga impositiva mediante- con el más reciente ajuste en el precio de las naftas, a US$1,30 el litro, la energía que se expende en las estaciones de servicio argentinas es de las más caras del mundo.

3. Después de tanto defender la autonomía tanto de la Justicia como del Banco Central, y consecuencia de lo que se consideró eran errores de Federico Sturzenegger en la estimación de la inflación (con desvíos del más del 50% del supuesto inicial), el Ejecutivo Nacional decidió intervenir para "recalibrar" (todo un alarge lingüístico del argot del PRO) o recalcular la meta de inflación 2018 y 2019 en más de un 50% de lo estimado semanas antes por el Banco Central para el Presupuesto 2018.

Debe recordarse que el proyecto de Presupuesto 2018 se había aprobado el día previo al anuncio 'de facto', y surgen algunas cuestiones:

< ¿Cuál es la utilidad del supuesto de cálculos e ingresos aprobado?

< ¿Para qué se destinaron esfuerzos y dinero que sumaran el voto favorable de legisladores opositores si habrá que volver a gastar tiempo y recursos para que apoyen el nuevo escenario que surge de la "recalibración"?

Con apenas 3 ejemplos, Groucho Marx diría: "Estos son mis principios, y si no les gustan, tengo otros".

De todos modos, resultaría injusto circunscribir los errores al cabotaje. La sociedad global abundó, en los años recientes, en una crisis de confianza respecto de las instituciones internacionales. Desde los sucesos de 2008, mucho más.

En menos de 1 década se ha penalizado a entidades financieras de prestigio por la manipulación de tasas de interés, tanto Prime como Libor (el caso más reciente fue el del Barclays británico, pero con la complicidad de otras entidades); el Estado tuvo que rescatar a la principal aseguradora internacional, AIG (US$100.000 millones), a los grandes bancos estadounidenses; y hasta a una de las mayores terminales automotrices, sin que se conociera con precisión cómo fue que fracasaron los mecanismos que debían prevenir el derrumbe tales como las agencias calificadoras de riesgo (Fitch, Standard & Poor's y Moodys).

Ni hablar del informe elaborado por IEO -la oficina de evaluación independiente del Fondo Monetario Internacional- acerca de la responsabilidad en no haber anticipado los sucesos en USA.

De paso, el IEO recuerda que que el FMI intentó en reiteradas ocasiones someter a una consideración al sistema financiero estadounidense pero las autoridades de Washington DC se opusieron y lo impidieron, haciendo valer el rol de gran accionista del FMI que tiene USA (1 año antes de que explotara el caso de Lehman Brothers, hubo un informe con recomendaciones del FMI al sistema bancario estadounidense y también al británico).

En otro punto del informe de IEO se reconoce que el tratamiento del FMI a los países centrales es discriminatorio respecto de la consideración de los países emergentes, en especial acerca del rigor de las recomendaciones.

Es importante tenerlo en cuenta ahora que el FMI, en el regreso de la Argentina a las evaluaciones periódicas del organismo multilateral, se despacha con el cambio en la fórmula de cálculo de los ajustes previsionales y en reclamo de reducción real de los salarios, tomando como método de ajuste el índice inflacionario cuando los precios relativos de la energía se ajustan por el valor del dólar (que está rezagada en su paridad respecto del peso) y el petróleo.

Después de leer el informe de IEO nuevamente recordé a Groucho Marx: "Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo".

Feliz año nuevo (con humor).

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