jueves, 13 de agosto de 2015

CRISIS EN BRASIL: DILMA SUFRE LA PEOR IMAGEN DE SU HISTORIA

AGENCIA / LATINOAMÉRICA 



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva avanzó con el vicepresidente Michel Temer y dirigentes aliados al oficialismo, entre ellos el poderoso jefe del Senado, Renan Calheiros, en negociaciones para evitar el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff y facilitar la aprobación de leyes económicas con las que el gobierno pretende superar la actual crisis económica, que afectó notablemente la popularidad de la mandataria. 



 Lula mantuvo el diálogo con la base oficialista, luego de salir a defender públicamente a Dilma, cuyo juicio político será reclamado nuevamente el domingo próximo en una manifestación convocada por la oposición. 

El ex mandatario y líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) admitió que "no es fácil" la situación de su correligionaria, y pidió que no la juzguen “por seis meses de mandato”, que se inició el primer día de 2015 tras un período completo de cuatro años al frente del gobierno brasileño.

 La propia Rousseff dijo en un acto de graduación de nuevos diplomáticos realizado en el Palacio Itamaraty, sede de la Cancillería, que el Estado brasileño sólo será respetado en el mundo en la medida en que se respete la "soberanía popular" y los resultados de las urnas.

 La mandataria ostenta actualmente el índice de popularidad más bajo de su historia, con apenas 8%, frente a un rechazo de 71%, fundado básicamente en el reciente escándalo de corrupción descubierto en la empresa estatal Petrobras, que amenaza con llevar a la cárcel a empresarios y representantes de distintos partidos comprometidos con un gigantesco desvío de fondos.

Caída de ventas minoristas 

 La crisis política en Brasil también va mostrando un ribete en la economía. Las ventas de los comerciantes minoristas brasileños en volumen se redujeron un 2,2% en el primer semestre de este año en comparación con el mismo período de 2014, su peor caída desde 2003, según informó ayer el Gobierno que preside Dilma Rousseff.

 El resultado puso fin a una secuencia de 11 años de crecimiento de las ventas en Brasil en el período, según los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE, estatal). Las ventas en junio disminuyeron 0,4% frente a mayo, lo que supone su quinta caída consecutiva, y 2,7% en comparación con el mismo mes de 2014, de acuerdo con el organismo.

En el acumulado de los últimos 12 meses se redujeron en 0,8%. Este resultado es consecuencia de los datos negativos registrados en los segmentos de los muebles y electrodomésticos (-11,3 %), y los alimentos, bebidas y supermercados (-1,8 %).

 El mal desempeño del sector comercio en lo que va del año fue atribuido por los analistas al menor ritmo de crecimiento del crédito, que según el Banco Central pasó de ser del 11,8% en junio de 2014 al 4,9% en el mismo mes de este año, así como por la caída de la renta sufrida por los trabajadores del gigante sudamericano en los últimos tiempos.

El consumo también se redujo debido al aumento de la inflación, que en los últimos 12 meses acumuló su mayor suba en 13 años y puede terminar 2015, según las últimas proyecciones, en el 9,32%, más del doble de la meta que se impuso el Gobierno (4,50%).

 En el indicador de las ventas ampliadas, que incluye al sector automotor y al de los materiales de construcción, el volumen de ventas disminuyó 6,4% durante el primer semestre del año y 4,8 % a lo largo de los últimos 12 meses.

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