martes, 19 de enero de 2016

VUELVE EL PROYECTO DE IR A LA OCDE

ECONOMÍA 
JOSÉ ÁNGEL GURRÍA


 En los años '90, la Argentina comenzó a ambicionar ingresar a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Por entonces, la Argentina era un aliado extra-OTAN y había ingresado al G-20. Luego llegó la noche negra del kirchnerismo, avalado por una cantidad apreciable de argentinos, y ganó la idea ombligocéntrica. Ahora, buscando alternativas, la Argentina redescubre la OCDE justo cuando también Colombia y Perú ambicionan ingresar a un organismo al que ya pertenecen México y Chile. 


 Probablemente, para la Argentina el camino más breve hacia la anhelada Alianza del Pacífico sea el que pasa por la OCDE (Organización para la Coopoeración y el Desarrollo Económico).

 Sucede que México y Chile ya integran ese organismo multilateral, Colombia y Perú se encuentran en proceso de ingreso.

Hoy día integran la OCDE 34 países: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Corea, Dinamarca, España, USA, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelanda, Holanda, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia, Suiza, Turquía.

 Según informa la OCDE, hay 4 países en proceso de adhesión: Rusia, Colombia, Perú y Letonia. 

Pero, además, hay conversaciones de adhesión con Costa Rica y Lituania.

 Y hay un proceso de colaboración con 5 países: Brasil, China, India, Indonesia, Sudáfrica.

 Para la Argentina, ingresar a la OCDE supone varios desafíos importantes, totalmente contrarios al ideario de los K.

 Por ejemplo, en su trabajo sobre gobernanza pública, la OCDE se concentra en los siguientes elementos:

 • Rendición de cuentas: el gobierno está en posibilidades y tiene la intención de mostrar hasta qué punto las medidas que aplica y las decisiones que toma son congruentes con objetivos claramente definidos y acordados.

 • Transparencia: las medidas que toma el gobierno, así como sus decisiones y los procesos que llevan a las mismas, están abiertos en un nivel de escrutinio adecuado para ser objeto de revisión en otros sectores del gobierno o por la sociedad civil y, en algunos casos, instituciones externas.

 • Integridad: se refiere al uso adecuado de fondos, recursos, activos y atribuciones en el sector público, para los objetivos oficiales para los que se destinaron.

 • Eficiencia y eficacia: el gobierno se esfuerza por generar productos públicos de calidad, incluyendo los servicios que se prestan a los ciudadanos, al mejor costo, y garantiza que lo ofrecido cumpla con las intenciones originales de los encargados del diseño de políticas públicas.

 • Estado de derecho: el gobierno ejecuta las leyes, las regulaciones y los códigos de manera igual y transparente. Etc, etc. etc.

 Perú adhirió al Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un espacio de análisis e intercambio de experiencias sobre las políticas económicas y sociales entre países desarrollados y en vías de desarrollo, informó hoy (martes 19/01) el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.

 La incorporación del Perú a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) contribuirá a mejorar la calificación crediticia del Perú, pues promoverá el fortalecimiento de la institucionalidad en el país, señaló el titular del Ministerio de Economía y Finanzas, Alonso Segura.

 Las agencias calificadoras, que tanto cuestionaron Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, resaltan la necesidad de consolidar a las instituciones, y el ingreso a la OCDE ayuda a alcanzar ese objetivo: mejorar la calificación crediticia pasa necesariamente por el fortalecimiento de la institucionalidad.

 "Ser admitidos en este bloque implicará el cumplimiento de una serie de estándares exigidos por esta organización, conformada por países que tienen las mejores calificaciones crediticias del mundo", declaró Segura a la Agencia Andina. Ángel Gurría (foto), secretario General de la OCDE, y Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, cuando firmaron el inicio del proceso de admisión de este país explicaron que es una cadena de negociaciones con 23 comités de la OCDE que analizan la posición del país, sin fecha límite ni calendario preestablecido, todo depende de la capacidad del país interesado de incorporar las recomendaciones y los requisitos técnicos, pero representa una gran oportunidad para mejorar prácticas y estándares internacionales.

 Por supuesto que hay críticas al ingreso a la OCDE.

 Por ejemplo, según el economista Jan Kregel, investigador del Levy Economics Institute of Board College de USA y relator de la Comisión de la ONU sobre la reforma al sistema financiero internacional, es "un error". "(...)

¿Es sano para Colombia ingresar a la OCDE?

 -Es un gran error. México y Corea cometieron el mismo error y ambos sufrieron crisis financieras sustantivas como resultado de esto. Si nos remontamos a las viejas teorías de los economistas estructuralistas, se alegó que una de las condiciones básicas para ingresar a cualquier tipo de acuerdo de esta naturaleza es que hubiese un nivel similar de desarrollo, de productividad y de competitividad.

 Colombia va a entrar a la OCDE sin preocuparnos por competir con Estados Unidos, y estamos hablando de competir con México.

La pregunta es si Colombia va a ser capaz de competir en los mercados internacionales con otros países en desarrollo que ya están en la Ocde y no parece prometedor.

¿Por qué se quiere entrar a la Ocde?

Es básicamente para darles confianza a los inversionistas extranjeros para que inviertan en Colombia, pero esto implica empoderar más la enfermedad holandesa."

(N. de la R.: las consecuencias dañinas provocadas por un aumento significativo en los ingresos en divisas de un país). No es el caso argentino.

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