viernes, 9 de diciembre de 2011

LATINOAMÉRICA


CHILE

Feminicidio y una dudosa agenda de violencia de género

La agenda de violencia de género en la región está en marcha y no distingue banderías de derecha o izquierda. El caso de Chile, que presenta cifras de feminicidios en retroceso y busca poner en marcha un sistema de prevención electrónica de estos delitos, es un claro ejemplo: un país con problemas de extracción de recursos y de producción de energía, con grandes áreas afectadas por desastres naturales y conflictos estudiantiles sin definición ¿puede dar prioridad a costosos sistemas de prevención de delitos que no afectarán a la mayoría? El debate es necesario.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La agenda de violencia de género en Latinoamérica está en plena marcha. Mientras algunos países como la Argentina impulsan modificaciones legislativas que favorecen a las mujeres en casos como los divorcios, en Chile buscan implementar sistemas de alta tecnología para prevenir asesinatos de mujeres.

Un nuevo feminicidio (el número 39 en lo que va del año), horroriza a Chile: un hombre le quitó la vida a su esposa disparándole con una escopeta en el rostro.

Felizmente, las estadísticas muestran una reducción en este tipo de casos en el país: el año pasado en misma fecha ya sumaban 44 femicidios cerrando el 2010 con 49, el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) mantiene en alerta.

Bernardita Prado, jefa del programa contra violencia intrafamiliar del Sernam, Chile Acoge, manifestó que "cada muerte de una mujer es un fracaso en nuestro trabajo, más allá de las cifras nosotros trabajamos para que ninguna mujer muera en Chile".

Agrega que para el SERNAM se ha transformado en una tarea titánica puesto que es más difícil defender a una mujer cuando el agresor es la propia pareja.

"El sistema no está preparado para defender a una mujer cuando el agresor es la propia pareja, y eso dificulta la tarea. Muchas veces hasta las mismas mujeres defienden a sus agresores pero no es su culpa, sino que es el daño que se le causa a las mujeres que comienzan a ver a través de los ojos del agresor", dijo Prado.

Si bien el número de femicidios se ha reducido, sigue siendo un peligro latente por lo que el SERNAM estudia diversas formas de hacer frente a este delito, y no son pocos los proyectos que buscan implementarse.

Hace poco se está utilizando un teléfono para casos específicos de víctimas de violencia intrafamiliar (VIF) que contiene un botón de pánico que despliega las redes de ayuda para la mujer.

Así mismo, está en estudio la posibilidad del uso de brazalete electrónico en el agresor como medida complementaria a la medida cautelar de prohibición de acercamiento a la víctima.

De igual forma el Sernam trabaja con los hijos de las víctimas de femicidio y según manifiesta Prado "siempre estamos estudiando nuevas políticas de beneficio a las víctimas como es el caso de los hijos, que al producirse un femicidio pierden a ambos padres. Así mismo se trabaja en una ley corta de VIF porque necesitamos una ley diferente que asegure a la víctima porque sólo el 10% de las denuncias por VIF terminan en condena".

La dudosa agenda

La utilización de sistemas de control para prevenir la violencia de género tiene también un punto que podría generar debate: ¿es la violencia de género una mera excusa para tratar de imponer nuevos controles sobre la población? No hay dudas de que el problema es real pero, ¿representa realmente una situación grave y acuciante que merezca la implementación de costosos sistemas de prevención habiendo en Chile asuntos de mayor calibre?

Las preguntas resultan clave si se toman en cuenta algunas variables, sobre todo en el caso que ocupa estas líneas, que es Chile: como comienzo, más del 80% de las víctimas de homicidios en Chile son personas de bajos recursos. Esto significaría que para usar la alta tecnología para prevenir delitos, el gobierno chileno estaría revisando a buena parte de la población.

Pero otro dato no menor salta a la vista: de las 220 mil personas de bajos recursos fueron víctimas de delitos graves (asesinatos y robos violentos), más del 80% fueron hombres, lo que reduciría a calidad de apenas "muestra" la sucesión de los 39 casos de femicidios que, además, estadísticamente se encuentran en franco descenso.

Desde luego, la discusión de un tema como este no desmerece cada caso de violencia doméstica sino que debe ponerse en perspectiva con la necesidad real de la población al respecto de este y otros asuntos, que claramente preocupan a los chilenos, como el conflicto con los estudiantes o los problemas ambientales para la producción de energía o la extracción de Cobre.

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