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| Celebración del triunfo de Doug Jones en Alabama, 12/12. REUTERS/Marvin Gentry |
(U24) - Por primera vez desde 1992, un demócrata ganó la elección a senador en Alabama. Según Dylan Matthews del portal Vox, esto fue posible no tanto gracias a la fortaleza de Doug Jones -el candidato demócrata triunfante- sino debido a las debilidades del republicano, Roy Moore -quien enfrenta sendas denuncias por acoso a menores, que él negó-.
El resultado redujo la precaria mayoría de los republicanos en el Senado a sólo 1 asiento (de 100 bancas, tienen ahora 51). La victoria de Jones, según Alexander Burns y Jonathan Martin de The New York Times, podría tener consecuencias significativas a nivel nacional, complicando la agenda legislativa de los republicanos y abriendo, por primera vez, un camino realista pero difícil para los demócratas de cara a las elecciones legislativas en 2018.
Es un golpe duro especialmente para el Presidente, Donald Trump, quien rompió con gran parte de su partido y apoyó la candidatura de Moore hasta las últimas consecuencias. Recordemos que la elección fue para reemplazar el asiento vacante dejado por Jeff Sessions, actual Fiscal General.
Trump felicitó a Doug Jones a través de Twitter aunque juró revancha: "El pueblo de Alabama es fantástico, y los republicanos tendrán otra chance a este asiento en un período muy corto de tiempo. ¡Nunca termina!".
Según Burns y Martin, la campaña se convirtió, en sus meses finales, en "un referéndum sobre la identidad de Alabama, la influencia política de Trump y la voluntad de los votantes de derecha dura de tolerar a un candidato acusado de atacar a chicas adolescentes."
Los resultados electorales muestran además una profunda división racial. Según una encuesta a la salida de las urnas, Jones obtuvo el 95% del voto de los afroamericanos y el 27% del voto de los blancos.
La alta concurrencia afroamericana a las urnas hizo que Jones superara a Moore, el más votado en las zonas rurales y predominantemente blancas de Alabama. La derrota republicana en Alabama podría además complicar el camino de la reforma fiscal, si los republicanos del Senado se demoran en llegar a un acuerdo. Dado que tanto el Senado como la Cámara de Representantes ya aprobaron proyectos que cambian el código tributario de manera fundamental, aunque algo distintos entre sí, todo parece indicar que están al borde de conseguir aprobar un proyecto final consensuado.
Sin embargo, el triunfo de Jones es un nuevo obstáculo en el camino para la reforma fiscal, si esta se retrasa más allá del fin del año. Es probable que Jones no esté sentado en el Senado hasta enero, explica Arthur Delaney del Huffington Post, que es después de cuando los republicanos planeaban tener apoyada la ley sobre el escritorio presidencial. Pero de no cumplirse con este calendario, los republicanos quedarían con un margen más fino al estar Jones (y no Moore) sentado en el Senado.
Además, la senadora republicana Susan Collins dijo que sólo apoyará la versión final de la legislación -que todavía debe ser reconciliada entre el Senado y la Cámara- bajo la condición de que el Congreso también apruebe una legislación aparte referida a la salud. Según Scott, de Vox, el triunfo de Jones "ha abierto un camino muy real, aunque quizás todavía improbable, para que la mayor prioridad legislativa de los republicanos fracase.
"Es por eso que los republicanos trabajan contrarreloj para llegar a un acuerdo sobre la reforma tributaria, que todavía podrían estar aprobando la semana que viene. "Una victoria de Doug Jones no hará descarrilar a la reforma tributaria - siempre y cuando el Partido Republicano entregue la ley a Trump antes de Navidad",escribió Jacob Pramuk de CNBC.
Recordemos que los republicanos están utilizando las reglas especiales de presupuesto para aprobar esta ley, que requieren una mayoría simple para la aprobación del plan. Eso quiere decir que podrían perder hasta 2 votos y todavía conseguir que se apruebe gracias al desempate del vicepresidente, Mike Pence, explica CNBC. Pero si otros senadores republicanos plantearan cuestionamientos o reparos y no consiguen llegar a un acuerdo antes de la fecha esperada, el horizonte es borroso.
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