miércoles, 10 de enero de 2018

EL PAPA INTERVIENE AL SODALICIO POR ABUSOS SEXUALES

GLOBAL / A UNA SEMANA DE VISITAR PERÚ 



La llegada del Papa Francisco es muy esperada por millones de creyentes en América del Sur. El pontífice llegará a Perú el próximo jueves 18/01 y visitará un total de 3 ciudades: Lima, Puerto Maldonado y Trujillo. 


El santo padre apenas estará unas horas en la capital porque luego viajará a Puerto Maldonado para visitar los pueblos de la Amazonía en el Coliseo Madre de Dios y con la población en el Instituto Jorge Basadre.

El 20/01 el Papa Francisco viajará a Trujillo para dar una misa en la explanada de Huanchaco y luego recorrerá algunas calles de la ciudad en el 'papamóvil'. Su último día en tierras peruanas será recorriendo las calles del centro de Lima, donde rezará el Ángelus en la Plaza de Armas y luego oficiará una misa multitudinaria en la Base Las Palmas.

Pero al parecer en el país no se está produciendo un muy buen clima previo a la llegada del representante de todos los cristianos. Él llega en un momento en que las víctimas de abuso sexual dicen que no está haciendo lo suficiente para erradicarlo. La credibilidad de una comisión creada por él mismo en 2014 se vio afectada por la salida de destacados miembros que acusaron al Vaticano de dilatar el abordaje del problema vinculado al abuso sexual.

OJO. PARE. @Pontifex_es A menos de una semana de la visita del Papa Francisco a Perú, Vaticano ordena intervenir el Sodalicio y destituir a Alessandro Moroni tras las denuncias de 'Mitad Monjes, Mitad Soldados'. Es un buen día para sus víctimas y el periodismo de investigación. pic.twitter.com/zvNN4isPAU 
— Pao Ugaz (@larryportera) 10 de enero de 2018 

El Vaticano anunció que tomará el control del Sodalicio de Vida Cristiana. Por su parte, el Vaticano dijo que el Papa nombró como administrador al obispo colombiano Noel Antonio Londoño Buitrago para que dirija el Sodalicio de Vida Cristiana, cuyo fundador, el laico Luis Fernando Figari, será juzgado este año en Perú por abusos sexuales a menores.

Figari ha negado las acusaciones. Al mismo tiempo comunicó que el cardenal estadounidense Joseph William Tobin, quien había sido designado en mayo de 2016 como “delegado papal”, seguirá cumpliendo su función “particularmente para las cuestiones de índole económica”.

Ambos clérigos mantendrán sus puestos según la fórmula “ad nutum”, es decir hasta que no se determine otra cosa. Un reporte interno del grupo concluyó en 2017 que Figari, que fundó la organización en 1971 y la dirigió hasta 2010, abusó junto a otros 3 exintegrantes destacados de 19 menores y 10 adultos.

La mayoría de los casos ocurrió entre los años 70 y el 2000. “Reafirmamos una vez más nuestra absoluta obediencia al Santo Padre y a la Santa Madre Iglesia”, señaló la sociedad en su sitio web. El reporte describe a Figari como un líder carismático y autoritario, al estilo de las sectas, que humillaba de forma pública a sus seguidores como parte de una estrategia para controlarlos.

Entre los integrantes del movimiento ultraconservador había empresarios, escritores y políticos de las clases más altas peruanas y recibía financiación en el marco de una contraofensiva contra la “Teología de la Liberación”, que se puso del lado de los pobres.

El comunicado dijo que el Papa estuvo siguiendo por años la situación del grupo “con preocupación” y que decidió actuar “después de un profundo análisis de toda la documentación”.

Asimismo, la Santa Sede agregó que Francisco está preocupado por “la notable gravedad de las informaciones acerca del régimen interno, la formación y la gestión económica-financiera” del grupo.

El Sodalicio de Vida Cristiana es una sociedad de vida apostólica de derecho pontificio, según el Código de Derecho Canónico1 que rige para la Iglesia católica.

Fue fundado en Lima (Perú) por Luis Fernando Figari el 8/12/1971, día en que la Iglesia católica celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Adquirió su forma canónica actual al ser aprobada definitivamente por el papa Juan Pablo II el 8/07/97.

El Sodalicio está compuesto por laicos consagrados y sacerdotes que viven en comunidad, llamados sodálites, quienes viven los consejos evangélicos haciendo compromisos perpetuos de celibato y obediencia, así como de comunicación de bienes.

Los sodálites reconocen un llamado a la santidad, que consideran un llamado particular de Dios a una entrega plena. Para ello buscan recorrer un camino espiritual de encuentro y configuración con la persona de Jesús de Nazaret, que llaman el proceso de armonización. Este es un recorrido que quieren alcanzar por medio de la piedad filial a Santa María.

“El Papa se ha mostrado especialmente atento a la notable gravedad de las informaciones acerca del régimen interno, la formación y la gestión económica-financiera, motivo por el cual ha pedido con insistencia al dicasterio una particular atención”, indicó un comunicado de la sala de prensa vaticana en relación al tema de los abusos.

“A esto se han sumado últimamente las graves medidas adoptadas por la autoridad judicial peruana con respecto al señor Luis Fernando Figari. Después de un profundo análisis de toda la documentación, el dicasterio ha promulgado el decreto de comisariamento”, agregó.

En mayo de 2016 y luego de un notable escándalo mediático, la congregación vaticana había emitido un decreto en el cual anunciaba la designación del delegado apostólico en la persona de Tobin. Según informaba, su misión era guiar al gobierno general en la valoración de las decisiones a adoptar acerca de las acusaciones formuladas al fundador y sobre la procedencia y administración de los bienes de dicha sociedad de vida apostólica.

Ya entonces muchos se preguntaban, tanto en la Curia Romana como en otras latitudes, porqué la Santa Sede no iba a fondo y nombraba un comisario. Esa figura es distinta a la del delegado, responsable más bien de acompañar. Un comisario suele contar con todo el poder.

La respuesta a esa interrogante la había dado el mismo cardenal Tobin, en una entrevista difundida en agosto de 2016 en el sitio web del Sodalicio. Ante el cuestionamiento de por qué no se había designado un comisario, el purpurado respondió: “Porque el Vaticano todavía tiene esperanza en el gobierno actual del instituto. Suele ser el caso cuando hay una cierta ingobernabilidad en un instituto que el Vaticano ve la necesidad de nombrar a un Comisario. Esta necesidad ahora mismo no la ve”.

Pero esa esperanza se acabó. La designación del nuevo comisario implica un descabezamiento del Sodalicio y la pérdida práctica de poder del superior general Alessandro Moroni Llabrés. A él le tocó afrontar desde el vértice la peor crisis de este movimiento de origen peruano.

Fue en diciembre de 2017 cuando el Ministerio Público del Perú solicitó la prisión preventiva contra Figari y otros ex miembros del Sodalicio por los presuntos delitos de asociación para delinquir, secuestro y lesiones psicológicas graves.

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