viernes, 12 de enero de 2018

POR QUÉ EL PAPA ELUDIÓ REUNIÓN CON PIÑERA: ¿DEMASIADO PARECIDO A MACRI?

AMÉRICA LATINA / VISITA A CHILE 

Los chilenos se preparan para la llegada de Francisco.
REUTERS/Cristian Vivero

(U24) - Su impronta demasiado similar a la de Mauricio Macri sería la razón por la que el Papa Francisco evitará reunirse a solas el Presidente chileno, Sebastián Piñera, en su próxima visita al país vecino, afirmaron quienes están al tanto de los detalles de la gira, según Marcela Jiménez del diario digital chileno, El Mostrador. 


El 18/12/17, el día después del balotaje presidencial chileno, durante la visita protcolar que le hizo en su casa la Conferencia Episcopal, Piñera -católico reconocido-, planteó directamente a los obispos -representados por el cardenal Ricardo Ezzati- su intención de reunirse con Francisco en su calidad de mandatario electo. Incluso, Piñera quería tener para ese momento decidido su gabinete para poder acudir a la cita con quien se convertiría en su canciller.

“Ha sido una reunión muy cordial, en la que hemos tocado los temas que más nos importan, presentes en nuestra última Carta Pastoral 'Chile un Hogar para Todos'. El tema de la vida y la familia, que es fundamental para nosotros, y algunos aspectos de la visita del Papa", dijo ese día, a la salida del encuentro, el presidente de la Conferencia, el obispo castrense Santiago Silva, explica El Mostrador.

"Públicamente ha trascendido que en esa ocasión los obispos le dijeron a Piñera que era complicado concretar ese encuentro por razones de protocolo, pero lo cierto es que la Conferencia Episcopal –según afirmaron fuentes políticas, autoridades de Gobierno y en el seno de la comisión organizadora de la visita– ya había sondeado de antemano en el Vaticano la viabilidad de una reunión de esas características, sin encontrar una respuesta positiva", escribió Jiménez.

"Entre quienes están al tanto de los detalles de la visita papal, explicaron que las razones de Francisco para eludir reunirse a solas con Piñera pasan por el hecho de que el Presidente electo tiene una impronta demasiado similar a la del Mandatario argentino, Mauricio Macri, con quien el Papa mantiene una relación bastante fría".

Francisco ha dejado en claro más de una vez su mirada crítica hacia el capitalismo y el neolibralismo -valores que muchos considerarían encarnados tanto en el presidente electo de derecha chileno como en Macri-. Piñera y Macri "no solo poseen perfiles similares como empresarios de centroderecha que pasaron a la vereda política" sino que además tienen "una relación privilegiada", escribió Jiménez.

"La visión de Bergoglio es muy antigua, tradicional, maniquea y no contempla a la clase media. Solo conviven en su mundo una oligarquía descristianizada y un pueblo pobre cristiano", consideró el historiador italiano, Loris Zanatta, en el programa "Tormenta de ideas".

"La prédica del Papa no reconoce el Estado de bienestar de las democracias republicanas; en consecuencia, sus relaciones no se arman en torno a partidos políticos, sino a organizaciones sociales, cuya consigna es 'imitar al pobre' y cuya especialidad consiste en gerenciar la dádiva. Ni los diversos marxismos, ni cualquiera de los liberalismos posibles son afines a esa ocurrencia de fondo: ambos pretenden razonablemente resolver un problema económico con la economía" escribió Jorge Fernández Díaz en el diario La Nación, en un artículo sobre el último libro del filósofo, Juan José Sebreli, "Dios en su laberinto".

Sebreli apunta a esa concepción eclesiástica como una "utopía reaccionaria": "negadora de la modernidad y prejuiciosa con el capitalismo de cualquier orden, dado que confunde las partes con el todo, es decir, los múltiples defectos y desigualdades del sistema, con sus cualidades, y con la innegable prosperidad social que produjo en muchas naciones", agrega Fernández Díaz.

"Sugiere el autor de Dios en su laberinto que Bergoglio es un conservador popular y que sus apóstoles no encuentran en la pobreza una carencia sino una virtud. Para ilustrar esto recurre a declaraciones públicas de su heroico equipo de trinchera, que muestra sin embargo desconfianza frente a la urbanización de las villas, puesto que esa mejora conllevaría un carácter 'civilizatorio' y porque en esos asentamientos persistirían 'valores evangélicos muy olvidados por la sociedad liberal de la ciudad'.

Flota entonces el concepto tácito de que la clase media ha sido corrompida por el dinero, y que ha virado hacia un cierto agnosticismo o tal vez a un catolicismo de bajas calorías, como viene ocurriendo en todas las capitales laicas de Occidente", escribió Fernández Díaz.

"En contraposición, hay zonas marginadas en todas las latitudes donde Dios brilla sin dudas ni sombras." Sus similitudes con Macri y su postura de centroderecha, le habrían removido las credenciales a Piñera para ser merecedor de un encuentro a solas con Francisco. Así, el próximo Presidente de Chile deberá contentarse con ser un invitado más a La Moneda cuando el Papa se reúna con la Presidenta, Michelle Bachelet -agnóstica, pero de izquierda-, en el marco de la visita de Estado, donde se espera que hable en los patios de Palacio ante ministros, parlamentarios, funcionarios y ex mandatarios, explica El Mostrador.

También está invitado por la Iglesia católica, al día siguiente, al encuentro que se realizará a las 19 en la sede central de la Pontificia Universidad Católica, donde el Papa hablará unos 15 minutos ante unas 3.000 personas.

Mientras tanto, el diario La Tercera destacó otros hecho pasado por alto por la mayoría de los medios: el Papa vivió en Chile. Fue a principio de los '60, como parte de su formación en la Compañía de Jesús. Tenía 24 años.

"Se le recuerda de bajo perfil, inteligente y generoso", escribieron María José Navarrete y Pamela Castillo del diario La Tercera.

El 16/1, el pontífice se reencontrará con los suyos en el Santuario de Alberto Hurtado, el lugar donde vivió mientras estuvo allí.

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