miércoles, 10 de enero de 2018

UNA CENTENA DE ARTISTAS FRANCESAS FIRMAN MANIFIESTO CONTRA “PURITANISMO SEXUAL”

GLOBAL / CATHERINE DENEUVE 



Como una forma de contrarrestar el movimiento “Time’s Up”, una iniciativa para proporcionar apoyo legal a mujeres y hombres que han sido acosados sexualmente, 100 artistas francesas decidieron crear su propio manifiesto para “defender la libertad de importunar de los hombres” y hacer frente a la campaña de declaraciones tardías tras el caso Harvey Weinstein. 


Mientras el movimiento #MeToo continúa sacudiendo a Hollywood, una gran cantidad de mujeres del otro lado del Atlántico ha decidido publicar un manifiesto contra lo que definen como "puritanismo sexual".

 El documento publicado en el diario Le Monde, entre cuyas firmantes está la actriz francesa Catherine Deneuve, habla principalmente de la defensa de la "libertad de importunar" de los hombres y se opone así a la "campaña de delaciones" surgida tras el escándalo Weinstein.

El manifiesto alerta también sobre las repercusiones que este nuevo clima podría tener en la producción cultural. “Algunos editores nos han pedido […] que hagamos a nuestros personajes masculinos menos 'sexistas', que hablemos de sexualidad y amor con menos desmesura o que convirtamos 'los traumas padecidos por los personajes femeninos' en más explícitos”, denuncian las firmantes, oponiéndose también a la reciente censura de un desnudo de Egon Schiele en el metro de Londres, a la petición de retirar un cuadro de Balthus de una muestra del Metropolitan de Nueva York o a las manifestaciones contra una retrospectiva dedicada a la obra Roman Polanski en París.

“El filósofo Ruwen Ogien defendió la libertad de ofender como algo indispensable para la creación artística. De la misma manera, nosotras defendemos una libertad de importunar, indispensable para la libertad sexual”, suscriben las cien firmantes del manifiesto.

“Como mujeres, no nos reconocemos en este feminismo que, más allá de la denuncia de los abusos de poder, toma el rostro del odio a los hombres y a la sexualidad”, concluyen.

 El texto generó este martes 09/01 malestar entre las asociaciones feministas en Francia, que lo atacaron en las redes sociales. “Indignante.

A contracorriente de la toma de conciencia actual, algunas mujeres defienden la impunidad de los agresores y atacan a las feministas”, declaró la asociación Osez le féminisme.

 "La violación es un crimen. Pero cortejar de forma insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista", escriben una gran cantidad de intérpretes, escritoras, investigadoras y periodistas.

 Según ellas, la ola de acusaciones de acoso y agresión sexual contra el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein, ha instalado un clima de "puritanismo" sexual que es necesario rechazar.

 Aunque consideran legítima la toma de conciencia sobre la violencia sexual ejercida contra las mujeres, sobre todo en el ámbito profesional, afirman que "esta liberación de la palabra se transforma hoy en lo contrario: nos conminan a hablar como es debido, a hacer callar lo que enoja y quienes se niegan a plegarse ante semejantes directrices son vistas como traidoras, ¡cómplices!".

 "Campaña de delaciones", "justicia expeditiva"… Ha habido hombres que han sido "sancionados en el ejercicio de su profesión, obligados a dimitir, cuando su único error fue haber tocado una rodilla, tratado de obtener un beso, hablar de cosas 'íntimas' durante una cena profesional, o haber enviado mensajes de connotación sexual a una mujer que no sentía una atracción recíproca", aseguran, hablando de una "ola purificadora".

 En Francia, a raíz del escándalo Weinstein nació el movimiento #Balancetonporc ("Delata a tu cerdo", equivalente del inglés #MeToo) que incitó a miles de mujeres a denunciar abusos. Sin embargo para este colectivo, "esta fiebre de enviar a los 'cerdos' al matadero, lejos de ayudar a las mujeres a ser autónomas, sirve en realidad a los intereses de los enemigos de la libertad sexual, a los extremistas religiosos, a los peores reaccionarios y a quienes estiman (…) que las mujeres son seres aparte, niños con una cara adulta, que reclaman ser protegidas".

 "En tanto que mujeres, no nos reconocemos en este feminismo, que, más allá de denunciar los abusos de poder, encarna un odio a los hombres y a la sexualidad", agregan.

 Fue en el mes de marzo de 2018 cuando, Deneuve, de 74 años, levantó una polémica al defender en televisión a Roman Polanski, acusado de haber violado a una menor hace más de 40 años en USA, al asegurar que el cineasta seguramente no sabía que la joven tenía 13 años.

 "Siempre le han gustado las chicas jóvenes. Siempre he pensado que la palabra violación era excesiva", dijo Deneuve en referencia a Polanski.

 En un tuit, la ex ministra francesa de Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, lamentó "esta extraña congoja de dejar de existir sin la mirada y el deseo de los hombres. Y que conduce a mujeres inteligentes a escribir enormes tonterías".

 "Es una pena que nuestra gran Catherine Deneuve se sume a este texto desolador", tuiteó la exministra del Medio Ambiente, Segolène Royal.

 Este texto es "una tribuna para defender el derecho de agredir sexualmente a las mujeres (y para insultar a las feministas)", denunció la feminista Caroline de Hass, mientras que la asociación 'Osez le feminisme' recordaba que "una mujer de cada seis será agredida o violada durante su vida".

 El colectivo resuelve en su pensamiento un rechazo al "feminismo que, más allá de la denuncia de los abusos de poder, toma el rostro del odio a los hombres y a la sexualidad". Añaden, haciendo uso de un argumento que diversas ONG y organismos feministas han tachado de 'ad hominem', que "el filósofo Ruwen Ogien defendió la libertad de ofender como algo indispensable para la creación artística. De la misma manera, nosotras defendemos una libertad de importunar, indispensable para la libertad sexual".

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