POR JUAN CARLOS SIMO
Un colombiano enviaba desde España los pasajes aéreos. En Córdoba, bajo las órdenes de un preso de la cárcel de Bouwer, dos mujeres reclutaban a los futuros correos humanos, que dejaban la ciudad por vía aérea, sin droga, para hacer escala en países como Brasil, Panamá o Colombia, para finalmente llegar a la península ibérica con ropa impregnada de cocaína.
Así funcionaba, según la investigación judicial, el esquema que se había montado en nuestra ciudad para sumarse a una organización internacional que lleva estupefacientes a España y que se conoce ahora que han sido detenidas cinco personas en el país europeo -entre ellas, un joven cordobés de 28 años- y dos mujeres en nuestra provincia.
La operación la realizaron en conjunto la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Policía Nacional española. En Córdoba, actuó la Fiscalía federal Nº1, a cargo de Enrique Senestrari.
CAIDA DE UNA “MULA”
La historia de la caída en desgracia de la banda puede resumirse así: tras ser supuestamente reclutado como “mula” en un barrio de la periferia este de la ciudad de Córdoba, un joven de 28 años viaja por tierra hasta Buenos Aires, bajo la vigilancia de la PSA, que revisa su equipaje en Ezeiza antes de abordar el avión y lo vuelve a hacer la bodega de la nave. No encuentran droga.
Luego, el joven vuela hasta Río de Janeiro (Brasil). Hace escala en Lisboa (Portugal) y finalmente llega a Málaga (España), con equipaje de 12 kilos con 33 prendas impregnadas de cocaína.
En algún momento le cambiaron la valija, pero no se sabe dónde ni cuándo, según dijo a La Voz el fiscal Senestrari. En Málaga, el joven cordobés se junta con un ciudadano colombiano de nombre “Esteban”, supuestamente quien financió el viaje, y le entrega el equipaje con la cocaína que estaba destinada para los consumidores del importante centro de esquí de Sierra Nevada, en Granada.
Ambos son arrestados. Poco después, en Granada Capital, también son arrestados otros tres cómplices de la distribución, según informó la Policía Nacional española.
LA PATA CORDOBESA
Una vez que se produjeron esos arrestos, en Córdoba, Argentina, fueron detenidas dos mujeres, cuyos nombres de pila son Karen e Ileana, durante un operativo llevado a cabo el sábado pasado. Se cree que reclutaban los correos humanos en nuestra ciudad, bajo las directivas de un preso de Bouwer, llamado Marcos Aráoz.
El fiscal Senestrari lo imputó por asociación ilícita, tráfico de estupefacientes, y también trata de personas.
“Algunas de los reclutados son víctima de trata, por eso le estamos pidiendo al juez (Ricardo Bustos Fierro) que los extradite hacia Argentina”, dijo el funcionario a este diario. Aráoz no es un preso más. Es un tucumano que está detenido a la espera de un juicio oral por un secuestro que fue muy conocido en Córdoba, porque tuvo vínculos con el caso de los “narcopolicías”.
El damnificado fue Eugenio Bionda; en el caso intervino el exjefe antidrogas de Córdoba, Rafael Sosa, quien fue enjuiciado por su actuación, pero fue absuelto en una sentencia que todavía no está firme. (www.lavozdelinterior.com.ar)
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