jueves, 26 de noviembre de 2015

EN UNA SESIÓN ESCANDALOSA, EL KIRCHNERISMO EN DIPUTADOS APROBÓ MÁS DE 90 PROYECTOS DE LEY

SOCIEDAD / POLÍTICA 



LAURA SERRA - LA NACION 

 Fue una sesión para el escándalo. Y para el infarto también. A duras penas, el oficialismo en la Cámara de Diputados consiguió quórum esta tarde y aprobó, de un plumazo y sin debate, un controvertido paquete de más de 90 iniciativas de corte kirchnerista.


La oposición no participó de la sesión: denunció que el oficialismo no quiso consensuar un temario acorde con el momento de transición que se vive, en vísperas de la asunción del presidente electo Mauricio Macri.

Fue inédita la postal que ofrecía ayer el oficialismo que sufrió, hasta último minuto, para conseguir quórum. Pasadas las 18 horas, los nervios contenidos estallaron en una ovación: el oficialista tucumano Isaac Bromberg, primo del gobernador José Alperovich, ingresó en el recinto y dio quórum.

¿Dónde estaba el tucumano? Algunas versiones dicen que estaba camino a su provincia, y que lo trajeron en un avión privado. En el bloque oficialista explicaban que estaba en el dentista. Otros decían que estaba en La Plata. Versiones, infinitas.

Lo cierto es que Bromberg salvó al bloque oficialista de lo que iba a ser su peor derrota. En rigor, el quórum que consiguió ayer el oficialismo fue un triunfo "pírrico".

Acostumbrado a imponer su mayoría durante los doce años de gestión kirchnerista, esta vez tuvo que padecer la rebelión de una decena de diputados del peronismo, que decidieron no se parte de una sesión de estas características.

Entre los ausentes más notorios figuraron los tres diputados por La Rioja, Griselda Herrera, Teresita Madera y Javier Tineo -éste último reasumió ayer mismo su banca, a la que había pedido licencia por ser ministro de gobierno en su provincia-.

Una llamada del gobernador Luis Beder Herrera los hizo levantar de sus bancas en plena sesión, lo que obligó, pasado el mediodía de ayer, al oficialismo a convocar a un cuarto intermedio.

Otros diputados ausentes fueron Omar Perotti, ganador en las elecciones a senador por Santa Fe; Juan Antonio Villa, de San Juan, que responde a José Luis Gioja; Oscar Redczuk, de Misiones; Carlos Gdanzky, de la UOM y Oscar Romero, de Smata.

Perotti hizo trascender que él no estaba de acuerdo con este tipo de sesiones sin consenso previo. La sangría oficialista se completó con el faltazo de tres de los siete miembros del Frente Cívico de Santiago, el bloque más fiel que tuvo el kirchnerismo en sus doce años en el poder.

Los ausentes fueron Aida Delia Ruiz; Mirta Pastoriza y Graciela Navarro. Tampoco estuvo en el recinto Darío Giustozzi, ex Frente Renovador y un aliado que el oficialismo creía propio.

Para compensar el faltazo de los "rebeldes", ocho diputados de la izquierda decidieron dar quórum y apoyar al oficialismo.

Ellos son: Victoria Donda (Libres del Sur); Claudio Lozano, Antonio Riestra y Víctor De Gennaro (Unidad Popular); Alcira Argumedo (Proyecto Sur) y Pablo López, Nicolás del Caño y Myriam Bregman.

Después, el oficialismo sumó a Carlos Kunkel -que no había participado de la primera parte de la sesión, por estar disgustado con el papel de La Cámpora en las elecciones- y a Gloria Bidegain, que estaba enferma.

En vano quisieron incorporar a Héctor Daer, del Frente Renovador: había amagado con sentarse en su banca, pero al final desistió.

 Con estos apoyos se logró aprobar y girar al Senado un paquete de más de 90 proyectos de ley: entre ellos, aquel que propone convertir a Yacimientos Carboníferos de Río Turbio en una sociedad del Estado, uno de los temas más polémicos.

La iniciativa habilita que las deudas de la empresa sean absorbidas por la Nación. Léase, el futuro gobierno de Macri. Pero la caja de Pandora no termina aquí: además, se dio media sanción a una iniciativa que declara "sujeto a expropiación y de utilidad pública" el Hotel Bauen, que hace 12 años es administrado por una cooperativa de trabajadores.

 Los diputados de Pro firmaron el dictamen en contra. Asimismo, el oficialismo incluyó otro dictamen y que beneficia a las familias de ex agentes de Gas del Estado y de Segba que fueron excluidas del programa de propiedad participada.

A esta iniciativa se sumó el dictamen propiciado por el oficialista Héctor Recalde para que los trabajadores de empresas televisivas acuerden con los empresarios la distribución de ganancias, que deberá ser definida entre las dos parte en las negociaciones paritarias del sector.

El temario se completó con otra iniciativa que dispone otorgar una indemnización a los ex trabajadores de Canal 13, Canal 11, Radio Excelsior y Radio Belgrano, que fueron privatizadas en el gobierno de Carlos Menem. Todas ellas son medias sanciones y se giraron al Senado. (www.lanacion.com.ar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario