sábado, 13 de agosto de 2011

FÚTBOL: MUNDIAL SUB 20

PENALES 'MALDITOS'

Argentina se 'despidió' del Mundial: Perdió 5-4 por penales

Luego de un partido extenuante, parejo y que terminó 0-0 a pesar de jugarse  tiempo suplementario, los chicos argentinos perdieron increíblemente en los penales 5-4 y se perdieron una chance inmejorable.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El agobiante calor y la humedad de Cartegana hicieron que todo movimiento del partido sea más lento de lo normal en el comienzo de la tarde.

Argentina, fiel a su costumbre, no mostró buen juego a pesar de tener un poco más la pelota que su rival. Al equipo de Walter Perazzo siempre le costó elaborar juego porque pecó de individualista. Es verdad...Puede tener siempre la pelota pero no genera nada atractivo.

Para ser más exactos, no tuvo una sóla ocación de peligro para anotar. Portugal, equipo ordenado pero con poco vuelo ofensivo, estuvo más cerca del gol que el seleccionado nacional.

Basta con recordar ese mano a mano que Andrada le tapó a Caetano que hubiese sido el gol de la apertura del marcador. Corrían 20' y una grieta en la defensa nacional fue aprovechada por el ataque luso que casi anota su gol por un pelotazo largo que tomó la defensa argentina muy abierta.

Esta jugada mencionada fue la más clara del primer tiempo ya que despues las acciones se desarrollaron en la mitad del campo sin generar atracción para el espectador.

Lamela no entró en juego, lo mismo que Luque. Si estos dos no aparecen, el seleccionado argentino no tiene muchos más recursos que la maniobra individual. Una pena tener a un delantero como Ferreyra tan desabastecido y olvidado entre los centrales de los contrarios.

Dio la sensación que a la salida del vestuario y tras el descanso, los dos quisieron apurar un poco para ver que pasaba. Además si alguien sacaba su ventaja obligaba al otro a hacer un desgaste erosionador pensando en un hipotético alargue. El calor fue un infierno.

Este panorama hizo que el espectáculo gane un poco en emoción. Aunque tampoco fue para tirar manteca al techo de los dos lados.
De a poco el seleccionado argentino fue tomando de nuevo el control del balón pero siguió sin saber como hacer daño en sentido deportivo.

A los 15', Perazzo decidió mandar al campo a su carta más desequilibrante. Juan Iturbe entró para reemplazar al único punta que tenía en cancha el equipo argentino. Facundo Ferreryra. Un jugador desperdiciado por la forma de jugar de este equipo.

Al minuto de ingresado, Iturbe, por fin hizo notar que Portugal tenía arquero. Mika tuvo que estirarse más de la cuenta para tapar el remate lejano del argentino.

A los 64', una mala noticia cuando se pensaba en futuro. Carlos Luque, simuló una falta y vio la amarilla que lo dejaba afuera del partido semifinal en el mejor de los casos.

Portugal tuvo una ráfaga de 2 minutos que tuvo a mal traer al buen arquero Andrada. El jugador de Lanús salvó dos veces al arco argentino de una posible caída con tiros desde afuera del área. Uno fue de un tiro libre.

Promediando la segunda mitad, Portugal fue quien dominó el balón e hizo notar más de la cuenta a su delantero importante Nelson Oliveira. El grandote luso complicó mucho a la saga argentina.

Esta presencia portuguesa tampoco duró poco y por eso el partido se hizo de nuevo muy equilibrado. Como lo fue en casi toda la tarde noche colombiana cuando se jugaban 80'.

Los minutos finales fueron de especulación. Dio la impresión que nadie quiso arriesgar más de la cuenta por dos motivos: un paso en falso pudo ser letal y porque el físico no daba para más. Y llegó el alargue no más...
 
En el alargue, los dos equipos sólo quisieron jugar lejos de su arco sin importar otra cosa. Muy cansados, les costó llegar con posibilidades aunque los portugueses tuvieron una jugada. Andrada, sorprendido, se repuso y se hizo el balón luego de que le escapara tras contener un remate inesperado.

El cansancio hizo mella en todos los protagonistas y les quitó toda lucidez. El juego podía definirse sólo por un error de concentración o una genialidad fuera de contexto, a esa altura. 

Portugal jugó mejor el pirimer suplementario porque dio la impresión que físicamente tuvo un poco más de 'nafta'. Aunque no por esto hizo el mérito suficiente para quebrar al equipo nacional.

Ya en el segundo tiempo del suplementario no sólo no pensaron en el arco del rival sino que casi ni quisieron jugar. Cada movimiento ya era casi imposible por al agotamiento físico y la alternativa de los penales a nadie le venía mal. Era lo que quedaba como chance.  Y también llegaron los penales...

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