miércoles, 31 de diciembre de 2014

2014, UN AÑO MUY PELIGROSO PARA LOS PERIODISTAS

AGENCIA / PERIODISMO 



"muchos periodistas pagan con su vida por informar sobre sucesos tales como la corrupción o el tráfico de drogas", denunció la FIP. 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La Federación Internacional de Periodistas (FIP) denunció que en 2014 aumentó la cantidad de periodistas ejecutados ejerciendo su profesión. En 2013 habían sido 105 pero en 2014 se denunciaron 118 asesinatos.



Estas cifras "son un recordatorio de la gravedad de la crisis de seguridad que viven los medios de comunicación", indica la FIP en un comunicado en el que pide a los gobiernos "que hagan de la protección de los periodistas su mayor prioridad".

La FIP cita "como ejemplos las brutales decapitaciones públicas como las de los reporteros autónomos británicos, James Foley y Steven Sotloff a manos de militantes del autoproclamado Estado Islámico" lo que "representa un giro en la actitud de los gobiernos hacia la protección de los medios de comunicación".

Como resultado de la violencia contra los reporteros, lamenta el presidente de la FIP, Jim Boumelha, citado en el comunicado, "muchas organizaciones de medios de comunicación dudan a la hora de enviar reporteros a las zonas de conflicto por motivos de seguridad, incluso de utilizar material recopilado por periodistas autónomos".

En su 24ª lista anual la FIP califica a la región Asia Pacífico por segundo año consecutivo como la más peligrosa, con un total de 35 periodistas muertos, entre ellos el corresponsal de la AFP en Kabul, Sardar Ahmad, víctima de un ataque en un hotel de la capital afgana en el que murieron su esposa y 2 de sus 3 hijos menores de edad.

Le sigue Oriente Medio con 31 fallecidos, América con 26, África con 17 y Europa con 9. Pakistán, con 14 periodistas muertos, y Siria, con 12, son los 2 países más peligrosos del mundo para ejercer la profesión.

En América Latina 25 reporteros murieron en hechos de violencia registrados en Brasil, Colombia, República Dominicana, Honduras, México, Paraguay y Perú.

"El implacable régimen del terror y la violencia del crimen organizado continúa haciendo estragos en el periodismo en América Latina, especialmente en Honduras (6 muertos) y México (5)", señala la FIP.

En esos 2 países "muchos periodistas pagan con su vida por informar sobre sucesos tales como la corrupción o el tráfico de drogas", añade la FIP que extrae esta conclusión, explica, tras la misión que llevó a cabo en septiembre en el estado mexicano de Guerrero, "una de las áreas más violentas de México", con el propósito de "alertar a las autoridades de la necesidad de una acción drástica para proteger a los periodistas locales".

La cifra de la FIP difiere de la publicada la semana pasada por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) que en su informe anual indicó que 60 periodistas murieron ejerciendo su profesión en 2014.

Durante el período analizado, según datos del CPJ, aproximadamente 9 de cada 10 periodistas muertos eran periodistas nacionales que cubrían noticias de interés local.

En total, para el CPJ, al menos 60 periodistas cayeron en 2014 en el ejercicio de la profesión, en comparación con los 70 que murieron en 2013. El CPJ continúa investigando las circunstancias que rodean las muertes en 2014 de al menos otros 18 periodistas, con el fin de determinar si estuvieron vinculadas con la labor informativa que desempeñaban.

Los peligros de desempeñarse como corresponsal extranjero volvieron a cobrar atención en abril de este año cuando Anja Niedringhaus, fotógrafa alemana de la Associated Press, fue asesinada a balazos por un agente de la policía en Afganistán mientras cubría las elecciones. En agosto, el periodista freelance estadounidense James Foley fue ejecutado por miembros del grupo integrista Estado Islámico, que publicó un video del asesinato en la Internet. Foley había sido secuestrado en Siria en noviembre de 2012, pero su paradero era desconocido.

Dos semanas después de su asesinato, el Estado Islámico publicó otro video que mostraba la decapitación del periodista freelance estadounidense-israelí Steven Sotloff, quien había sido secuestrado en agosto de 2013.

Pese al incremento de los riesgos para los periodistas occidentales que se desempeñan en zonas de conflicto, la abrumadora mayoría de los periodistas amenazados por su labor siguen siendo periodistas nacionales. Por ejemplo, de los aproximadamente 20 periodistas que el CPJ estima que están desaparecidos en Siria --muchos de los cuales se cree que son cautivos del Estado Islámico-- la mayoría son sirios.

En total, el conflicto sirio les ha provocado la muerte a por lo menos 17 periodistas en 2014, con lo cual ascendió a 79 el número total de periodistas muertos en ese país desde que el conflicto comenzó en 2011. El creciente saldo de casos de muerte de periodistas llevó a Siria a superar a Filipinas como el segundo país con el peor saldo de muertes de periodistas desde que el CPJ comenzó a llevar estadísticas sobre la materia, en 1992.

Alemania 

Al concluir 2014, Reporteros Sin Fronteras condena el ataque incendiario contra el coche de un fotoperiodista alemán en Berlín. Se sospecha que los autores son extremistas de derechas, ya que el reportero ha sido blanco de amenazas neonazis. Es la segunda vez este año que su vehículo es atacado este año.

El coche, que estaba aparcado frente a su casa, comenzó a arder en la madrugada del 27 de diciembre. El fuego destruyó compartimiento del motor. Esa misma noche, también fue incendiado el vehículo de un político local que participa en actividades anti-neonazis.

El fotógrafo, que pidió permanecer en el anonimato, fue víctima de un ataque incendiario similar en abril. Entonces, un político local con vínculos conocidos con grupos anti-neonazis también fue objeto de un ataque similar casi al mismo tiempo.

Mauritania 

En tanto, el 24/12/2014, un tribunal de Nouadhibou dictó pena de muerte contra el bloguero Mohamed Cheikh Ould Mohamed, de 29 años de edad, por, presuntamente, blasfemar contra el profeta Mahoma.

El artículo, que fue publicado en el diario digital Aqlame el 02/01/2014 y retirado a los pocos minutos, criticaba la desigualdad del sistema de castas de Mauritania y hacía alusión a las enseñanzas del Profeta. Mohamed Cheikh Ould Mohamed fue detenido en Nouadhibou poco después de que se publicase y lleva retenido desde entonces. Sus abogados apelaron la sentencia el 26/12/2014.

"Hacemos un llamamiento a las autoridades judiciales para que revoquen esta injusta condena en la apelación", expresó la directora de Programas de Reporteros Sin Fronteras, Lucie Morillon. "Los comentarios de Mohamed Cheikh Ould Mohamed criticando el sistema de castas están protegidos por el derecho a la libertad de información y expresión, consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos".

La fiscalía acusó a Mohamed de "hacer referencias frívolas al Profeta" y de "violar el orden divino" en el artículo. A pesar de que inmediatamente se arrepintió de haberlo publicado, negó que atacase al Profeta o al Islam y aseguró que sólo quería defender a la humilde casta "maalemine" (de los herreros), a la que él mismo pertenece.

Bosnia-Herzegovina 

Este 29/12/2014, el sitio web de noticias Klix.ba, en Sarajevo, denunció un allanamiento inaceptable, destinado a vulnerar la confidencialidad de las fuentes periodísticas.

Según los medios locales, la policía anticorrupción de la República Srpska (República Serbia de Bosnia, una de las regiones que conforman el país), junto con la policía regular, llevaron a cabo un registro con el objetivo de identificar la fuente de una grabación.

En dicha grabación aparece una mujer, que parece ser la esposa del primer ministro de Republika Srpska, Željka Cvijanović, reconociendo la compra de votos en las recientes elecciones.

Klix.ba publicó este documento en su web a mediados de noviembre.

Los medios locales informan de que la policía copió datos de los computadores en la redacción de Klix.ba y confiscó material y los documentos periodísticos.

Le Courrier des Balkans informó de que un policía golpeó a 2 de los fotógrafos de la página web durante la redada.

La policía interrogó a la editora, Jasmin Hadziahmetovic, a los directores Dario Simic y Mario Simic, y a la reportera Edita Gorjanac, mientras que al resto del plantel se les obligó a abandonar el local.

Brasil 

Marcos de Barros Leopoldo Guerra, bloguero que denunció la corrupción de las autoridades locales, fue asesinado en su casa en Ubatuba (en Sao Paulo) el 23/12/2014. Su crimen muestra una vez más el nivel de violencia en Brasil contra los profesionales de las noticias y la necesidad de que las autoridades tomen medidas de protección efectivas.

Marcos de Barros Leopoldo Guerra había denunciado en su blog, Ubatuba Cobra, y recibido amenazas, según su padre.

"Reporteros sin Fronteras condena el asesinato de Marcos de Barros Guerra Leopoldo. Solicitamos a las autoridades que lleven a cabo una investigación independiente, exhaustiva e imparcial, y que los responsables sean llevados ante la justicia", dijo Claire San Filippo, responsable para América de la organización.

"Es esencial que las autoridades tomen medidas concretas para la protección de los periodistas. Por otro lado, también hace falta una lucha activa contra la impunidad, ya que favorece que se multiplique los actos de violencia y limita peligrosamente la libertad de información", agregó ella.

El informe de la Secretaría de Derechos Humanos sobre la Violencia contra los Periodistas, publicado en marzo de 2014, había recomendado la creación de un Observatorio -en colaboración con la UNESCO- sobre las presiones contra los comunicadores, así como la federalización de las investigaciones de los crímenes cometidos contra los periodistas en la cobertura de situaciones de conflicto.

China 

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha verificado la existencia de 220 periodistas encarcelados en todo el mundo en 2014, un aumento de nueve en comparación con la cifra de 2013. El total representa la segunda mayor cifra de periodistas encarcelados desde que el CPJ comenzó a llevar estadísticas anuales sobre esta materia, en 1990, y subraya el auge del autoritarismo en los gobiernos de países como China, Etiopía, Birmania y Egipto.

China e Irán obtuvieron la dudosa distinción de ser los 2 países con mayor número de periodistas encarcelados. China recurre a la apertura de procesos judiciales por presuntos delitos contra el Estado, mientras que Irán se caracteriza por encarcelar a periodistas, blogueros, directores de medios y fotógrafos al mismo tiempo que libera a otros. Ambos países son responsables de 33% de los periodistas encarcelados en todo el planeta, pese a los pronósticos de que los gobernantes que asumieron el poder respectivamente en cada país en 2013 iniciarían reformas en favor de una mayor apertura.

44 periodistas encerrados en las prisiones chinas representa un aumento en comparación con los 32 del año anterior y son reflejo de la presión que el presidente Xi Jinping ha ejercido sobre los medios, abogados, disidentes y académicos con el propósito de que acaten los dictados del gobierno. Además de encarcelar a periodistas, Beijing ha emitido nuevas reglas restrictivas acerca de lo que se puede informar y les ha denegado visados a periodistas extranjeros.

La cobertura informativa de cuestiones relativas a las minorías étnicas continúan siendo un asunto sensible: casi la mitad de los periodistas presos son de origen tibetano o uigur, como por ejemplo el académico y bloguero Ilham Tohti y siete estudiantes encarcelados por colaborar con su sitio web, Uighurbiz. De todos los periodistas encarcelados en China, 29 han sido acusados de cometer delitos contra la seguridad del Estado.

El gobierno del presidente iraní Hassan Rouhani también ha mantenido medidas represivas contra la prensa. Este año, las autoridades iraníes mantuvieron a 30 periodistas tras las rejas, un descenso frente a los 35 de 2013 y la cifra récord de 45 en 2012. Siamak Ghaderi, ganador del premio Internacional de la Libertad de Prensa 2014 del CPJ, fue excarcelado en julio, pero ese mismo mes las autoridades iraníes encerraron a Jason Rezaian, un reportero del The Washington Post. Hacia finales de 2014, el gobierno aún no había revelado el motivo del arresto de Rezaian ni una descripción de los cargos formulados contra él.

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