lunes, 30 de marzo de 2015

SOCIALISTAS: "Y AHORA... CAMPAÑA, DESPUÉS VEMOS"

AGENCIA / POLÍTICA 


 Hermes Binner, una ilusión presidenciable que ya acabó. 

por RAÚL ACOSTA 

 El rito del mate no cambia. Se moja la yerba con agua fría o apenas tibia y se espera que el agua se acerque al hervor. El mate es una calabaza o “porongo” de enredadera. No hay “modernidad”, hay respeto por el ritual. Así, al menos, desde 1960.



 “Creo que llegamos lejos, lo que falta es ampliar el socialismo a otros territorios, difundir lo que somos, que vean lo que hicimos en Santa Fe”.

“¿El Modelo Santa Fe?”. 

“Sí, eso”. Hay una inspiración profunda y una mirada a lo lejos: “No somos tantos socialistas fuera de Santa Fe, ése es el trabajo más importante, no una persona”. No hay, en 2015, dentro del PSP, conmoción más profunda que la provocada por el comunicado de Hermes Binner, donde decide no participar de una precandidatura a Presidente.

 “Ahora hay que acompañar a Miguel Lifschitz para que sea gobernador y a Mónica Fein para que sea intendente: todos debemos estar en eso”.

“Margarita es una dirigente fenomenal; también hay que estar con ella. Tiene edad, tiene pasado impecable, tiene historia de militancia y tiene ganas. Hay que acompañarla”. Parecería que el verbo que se conjuga es “acompañar”.

El mate acompaña de la cocina al living-comedor. “No hay nada seguro; ya nos dijeron narcosocialistas, ya ensuciaron a mi hermano con el tema de los chicos; se puede esperar cualquier cosa. Debemos estar atentos; hay gente capaz de cualquier cosa para que no ganemos. No hay otra solución que todos juntos”.

 Según las encuestas, Antonio Bonfatti tenía/tiene el 70% de “lo quiero”; Hermes Binner, el 45%. Esos porcentajes pondrían a Lifschitz en la gobernación en un paseíto. 

No es así. Ellos no pueden ser candidatos. Al menos son necesarios en la foto. La mayor muestra de prevención la da el gobernador. No hay muchos antecedentes de un gobernador en ejercicio que vaya como candidato a primer diputado provincial en una línea interna que debería ganar. Debería. 

“Cuando firmamos la primera acta, estaba Enrique (Estévez Boero), Usandizaga, Natale... todos”.

El mate y la tranquila mañana “rosarigasina” tiene calma.

“El modelo Santa Fe es de consenso. Somos el FPCyS. Hay internas. No hay peleas. El radicalismo santafesino está integrado. Nacionalmente es otra cosa”. Otoño es nostalgia y balance. Razones personales, razones partidarias y razones estratégicas decidieron el fin de la precandidatura de Hermes Juan Binner a la Presidencia.

Aún velan esa ilusión. Las razones personales eso son: personales. Las partidarias deberán justificarlas (si quieren/pueden) los socialistas puertas adentro. Las estratégicas demuestran inocencia. En diciembre de 2013, en el restaurante Posta 36 (vinieron a buscarlo, la casa de Binner quedó chica) la primera foto de radicales y socialistas y muchas fuerzas menores.

El FAP estaba en marcha. La presencia de Pino & Carrió hizo que un Acto/acta de primer semestre de 2014 juntase 16 actores políticos en el Broadway, Buenos Aires. ¡De Tumini a Lousteau! Ya era FAP-Unen. Las encuestas decían 25% de los votos posibles. El progresismo ofertándose al país.

En diciembre de 2014, fue el caos. Todo se aceleró. En marzo de 2015, quedan el GEN de Margarita Stolbizer, el socialismo de Binner y Vicky Donda. Carrió & Pino siguen en la telenovela de Lanata. El plan radical, abrazar y vaciar, se cumplió. Los radicales nunca buscaron un proyecto ni una plataforma. Buscaban un lugar bajo el sol. Puestitos. Chapitas. Binner nunca iba a llegar. Macri es más que Massa. Listo

 ¿Fin de la inocencia? 

CFK dice que ella es el progresismo. Los “camporitos” ríen. Parece un chiste. ¿Y Hermes? Diputado nacional hasta 2017, hoy asegura que pasear por la provincia promoviendo a Lifschitz es su tarea.

Ejemplo de disciplina partidaria. Si Bonfatti cumple su palabra de asumir como diputado provincial el 11 de diciembre de 2015, el socialismo, fuera de la provincia de Santa Fe, tiene pocos nombres, mucha nostalgia y nada de recambio.

Alguien deberá ir al confesionario y decir: pequé, creí en la Carrió y los radicales. Toda la carne en la parrilla provincial. Nadie para las dos senadurías y las 10 diputaciones nacionales. Nadie. Al menos nadie con pergaminos.

Fortísima señal del análisis socialista sobre la realidad y la coyuntura. Hasta Giustiniani y Héctor Cavallero en el plan de salvataje: todos en la provincia. Todos diputados.

 Y ahora, ¿qué pensás hacer? 

“Campaña, ahora campaña. Después vemos...”.

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