lunes, 22 de junio de 2015

QUISIERON ASALTARLO, ERA KARATECA Y LE QUEBRÓ LOS DOS BRAZOS

SOCIEDAD / CÓRDOBA 



Se trata de un hombre que ostenta cinturón negro quinto dan. Fue abordado por tres delincuentes en una ruta de Córdoba. Los otros dos sufrieron duros golpes. 



Un hombre regresaba a su domicilio, cansado, bien entrada la noche. Encaró por la avenida de Circunvalación de Córdoba (foto) capital y, como una mala jugada del destino, de pronto la camioneta se quedó sin combustible.

El conductor miró la luz amarilla en el tablero, pero ya era demasiado tarde. El vehículo recorrió unos metros más, pero indefectiblemente empezó a tironear y se detuvo finalmente.

No había mucho tránsito aquella noche a la altura del barrio San Jorge, zona nordeste de la Capital. El episodio, conocido ahora, sucedió días atrás.

El hombre se bajó para ver qué podía hacer. La primera solución que se le vino a la cabeza y concretó fue tomar el celular, llamar a su esposa y pedirle que le llevara de forma urgente un bidón con nafta.

Fue entonces que el hombre divisó las siluetas de tres personas que se acercaban. Eran tres jóvenes que iban a su encuentro.

El hombre, entonces, se metió en la camioneta al darse cuenta que se le venían encima, pensaban asaltarlo. No se equivocó. intentó en vano manotear un bastón que unos policías le habían regalado tiempo antes por brindarles clases de artes marciales.

Él es karateca cinturón negro quinto dan, una de las categorías más altas en esa actividad. Decidido, se bajó del coche y los enfrentó. Los ladrones querían dinero, sus pertenencias y, por supuesto, la camioneta.

"Llévensela, pero no tiene nafta. No van a llegar lejos", dijo el hombre, mientras se encogía de hombros. Los delincuentes, que afortunadamente no estaban armados, se pusieron violentos y comenzaron a exigirle que les diera el rodado. Creían que todo era una treta. En vano, el quinto dan les decía: "Llévense todo.

¡Llévense el coche, pero no tiene nafta!". Uno de los jóvenes ladrones sujetó a la víctima de sus brazos para reducirlo. Fue entonces que el hombre, en un santiamén, hizo una toma de karate y le fracturó ambos brazos. Los demás ladrones quisieron golpearlo, pero con golpes de manos y patadas, los lesionó y logró ponerlos en fuga, según relata La Voz del Interior.

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