domingo, 15 de enero de 2012

INTERNACIONALES


EGIPTO, OTRA PRIMAVERA ÁRABE QUE NO DA FRUTO
El Baradei renunció a su ambición presidencial
El Baradei era el candidato de los revolucionarios y los liberales egipcios, pero un desconocido entre la masa. Tenía pocas opciones, sin embargo, su presencia daba credibilidad al proceso electoral.


 AGENCIA/En un golpe de efecto, el premio Nobel de la Paz egipcio, Mohamed el Baradei, anunció que se retiró de la carrera por la Presidencia de Egipto, lo que supone un revés para la Junta Militar a pocos días de que se cumpla el 1er. aniversario de la Revolución del 25/01/2011.

Así Egipto perdió el sábado 14/01/2012 su principal candidato liberal a la presidencia del país: Mohamed el Baradei suspendió su campaña electoral y anunció que no presentará a los comicios que tendrían que celebrarse antes del mes de julio, tal y como ha prometido la Junta Militar, que gobierna el país desde la caída del dictador Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero.

La mala gestión de la transición es precisamente lo que está detrás de la decisión del político, según el cual en Egipto no existe aún una verdadera democracia.

"Mi conciencia no me permite optar a la presidencia u otros cargos públicos", aseguró El Baradei en un comunicado, manteniéndose así fiel a sus principios y coherente con su estrategia.

Se esperaba que El Baradei liderara la lucha contra Mubarak durante la revuelta y, posteriormente en el periodo de transición, pero el premio Nobel de la Paz se mostró muy cauto desde el principio y se mantuvo al margen, esperando el momento oportuno para asumir ese papel que le asignaban, sobre todo desde las capitales occidentales.

Pero ya muchas veces antes de su retiro, El Baradei consideró que no se daban las condiciones necesarias para ello, y finalmente ha perdido la esperanza.

El Baradei justificó su decisión en un comunicado donde explicó que su conciencia no le permite presentarse a las elecciones presidenciales "salvo en el marco de un régimen democrático verdadero", ya que, en su opinión, "el antiguo régimen todavía no ha caído".

Y lanzó la mayor parte de sus críticas a la "mala administración" de la transición a la democracia, acusando, sin nombrarlo directamente, al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak, el 11 de febrero de 2011 tras 18 días de revolución.

Para ello empleó una metáfora naval:"El capitán del barco ha rechazado toda la ayuda que le hemos propuesto y ha elegido seguir el camino antiguo, como si no hubiera habido una revolución y no hubiera caído un régimen", se quejó.

El Baradei denunció que la Junta Militar ha adoptado "decisiones unilaterales" de forma arbitraria, con "una política de seguridad represora caracterizada por la violencia, el acoso y el asesinato".

Para hacer pública su decisión, El Baradei no solo emitió un comunicado dirigido a los medios de información, sino también un vídeo en Youtube, en el que explica su postura en un lenguaje más llano, apto para todos los egipcios.

Exactamente las misma palabras de los revolucionarios, que se quedan de esta forma sin opciones a la hora de elegir el primer presidente de la era post Mubarak:  El Baradei era el único candidato realmente nuevo e independiente, que no procedía del viejo y corrupto sistema, y que ofrecía una visión liberal del país, que la mayor parte de la población no comparte y rechaza.

Su derrota se daba ya por descontada, porque El Baradei no era y no podía ser el candidato del egipcio de a pie, pero representaba a ese sector liberal de la sociedad que se está quedando sin representación en las instituciones del país, sobre todo después de la derrota de las fuerzas laicas frente a las islamistas en las elecciones parlamentarias que concluyeron esta semana. Ahora, la Presidencia también queda prácticamente en manos de los islamistas.

En tanto, en El Cairo comenzó el juicio contra el hombre de negocios y político cristiano Naguib Sawiris, acusado de insultar al Islam.

Sawiris "twiteó" hace meses un dibujo de Mickey Mouse y Minnie caracterizados con el 'look' de los musulmanes más conservadores. Un abogado de esta tendencia, el salafista Mamduh Ismail, denunció al magnate no por su confesión religiosa, sino porque "no se puede permitir que nadie se mofe del Islam y sus principios".

Sawiris no compareció ayer y el juicio se reanudará el 11/02.

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