martes, 17 de enero de 2012

MEMORIA

PESO PESADO
Round 70 para la mariposa que picaba como abeja
El más grande boxeador de todos los tiempos, celebra este martes su 70° cumpleaños. Y no es una cuestión sujeta a debate, después de todo, fue él mismo quien se autoproclamó como "El Más Grande" dentro y fuera del ring. 


 CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El más grande boxeador de todos los tiempos, celebra este martes su 70° cumpleaños. Y no es una cuestión sujeta a debate, después de todo, fue él mismo quien se autoproclamó como "El Más Grande" cuando se describió de la siguiente manera: "vuelo como una mariposa y pico como una abeja".

Nacido bajo el nombre de Cassius Marcellus Clay el 17/01/42 en Louisville, Kentucky (USA), cosechó 56 victorias en 61 peleas, 37 de esos triunfos por KO, convirtiéndose en el primer boxeador en ganar 3 campeonatos mundiales de los pesos pesados. Además, fue campeón olímpico semicompleto de Roma 1960.

Pero Cassius, o Mohammad, no sólo hablá por sus puños. Su labia era igual de poderosa. Siempre con la lengua afilada y frecuentemente con tono poético, solía calcular sus provocaciones antes de cada pelea que lo constituían en un pionero del marketing que luego popularizará el afamado organizador de peleas Don King y un avanzado en esto de la publicidad y la TV reality. Las cadenas de televisión deliraban con el show que montaba antes de cada pelea. Ni hablar del show que montaba dentro del escenario, donde solía hablar tanto con sus rivales, el referí, el jurado y el público que bramaba con sus ocurrencias en altos momentos de pasión y violencia.

Y sus dichos eran consistentes con su pensar, con su manera de vivir. Así es que devino en Muhammad Alí cuando se convirtió al Islam tras su negativa a ir a la guerra de Vietnam en 1967. Si bien lo hizo en principio por su aversión personal a la guerra, terminó ejerciendo de activista político y social por su carácter contestatario que lo enfrentó a la reaccionaria América blanca de los años 60, convirtiéndose en un símbolo de rebeldía para los afroamericanos que peleaban por sus derechos políticos y civiles más básicos.

Treinta años después de su última pelea, su coraje, su fino estilo y demoledora pegada en el ring, y sus posiciones contestatarias y de protesta, siguen siendo poderosos símbolos de una época dorada del boxeo y un momento crucial en la historia contemporánea de USA, incluso más allá del cuadrilátero del ring.

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