viernes, 26 de octubre de 2018

BRASIL: SE REDUJO LA VENTAJA DEL ULTRADERECHISTA Y HABLAN DE UN MARGEN MENOR PARA LA SORPRESA

LATINOAMÉRICA / SEGUNDA VUELTA 

Fernando Haddad y Jair Bolsonaro.

(U24) - La última encuesta del instituto 'Datafolha' redujo de 18 a 12 puntos la cómoda ventaja del ultraderechista Jair Bolsonaro a sólo 3 días de la segunda vuelta electoral en Brasil. Aunque si bien se acortó la posición de Bolsonaro sobre su rival, el progresista Fernando Haddad, la diferencia sigue manteniendo a Brasil lejos de un "efecto sorpresa". 


Según la nueva encuesta de 'Datafolha', el apoyo a Bolsonaro de cara a la segunda vuelta electoral del domingo, de la que saldrá el nombre del próximo presidente de Brasil, cayó del 50% de la semana pasada al 48% de este jueves.

 Por su parte, la intención de voto para Haddad, el sustituto de Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT), subió del 35% de la semana pasada hasta el 38% actual. Así, la distancia entre ambos pasó de 15 a 10 puntos, una cifra todavía muy abultada a solo 72 horas de la cita con las urnas.

En el cara a cara directo, la brecha entre ambos cabezas de cartel es de 12 puntos: 56% de Bolsonaro por el 44% de Haddad. Los movimientos son demasiado leves como para hablar de cambios en el resultado que arrojen las urnas este domingo, pero sí pueden tener un profundo impacto en el futuro cercano de Brasil.

Ocurre que si bien todos los sondeos siguen dando prácticamente por sentado que Bolsonaro saldrá de las elecciones del domingo como presidente, no es lo mismo que lo haga con un 50% de los votos que con un 60%.

 Lo mismo ocurre con Haddad: si de verdad está condenado a liderar el banquillo de la oposición, su margen de maniobra para plantar cara a un presidente tan antidemocrático como Bolsonaro no será el mism o con un 30% de apoyo que con un 40%.

 Esa es la gran pugna que se llevó adelante en los últimos días de esta tensa campaña. Haddad se centró en mantener a la izquierda unida en São Paulo y en Río de Janeiro, las dos mayores ciudades del gigante sudamericano y que acogen a grandes nombres del PT y sus aliados.

Su objetivo último fue juntar a todos los votos nulos que pueda, los de esa multitud de personas que todavía se niega a votar a su partido tras su debacle en los últimos años. Es la única fuente de votos que le permitiría crecer.

Y la estrategia fue no hacer campaña solo por el PT, sino directamente por la democracia brasileña: que el mayor número posible de pesos pesados de la izquierda y la intelectualidad internacional recuerden que, "vista la amenaza autoritaria de Bolsonaro, cualquier voto que no sea para Haddad solo servirá para empeorar el desastre que se avecina el domingo".

Por su parte, Bolsonaro se mantuvo fiel a su estrategia de exponerse lo menos posible y de hacerlo solo en contextos extremadamente controlados: siguió apareciendo en las retransmisiones diarias de su página de Facebook y dio, el jueves, una rueda prensa, para matizar su reciente anuncio de que retirará a Brasil del Acuerdo de París contra el cambio climático.

 Pero cualquier comentario mal medido podía ahuyentar a los pocos indecisos que quedan (un 6% según 'Datafolha') o a aquellos que declaran que votarán nulo (8%). Y lo que es peor para sus intereses, que sería llevarlos a votar a Haddad. Eso sí comprometería su objetivo: tener un gran poder sobre Brasil.

 Aunque ese objetivo tampoco será tan fácil dada la alta fragmentación que registrará el Parlamento en los próximos cuatro años, con 30 partidos representados en Diputados y 21 en el Senado, el mayor núm ero de la historia en la Cámara Alta.

La atomización desafiará la habilidad de negociación del próximo presidente para concretar reformas, algunas de las cuales necesitan 3/5 de los votos para su aprobación.

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