Policías en el estadio de Morón: Un ejemplo de presencia onerosa que no impidió la violencia y posterior clausura del estadio.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Todo comenzó en Sarandí, probablemente porque aún antes de fundar el club Arsenal, Julio Grondona ya participaba de la cooperadora policial del barrio.
Cuando él ganó poder, Grondona decidió atender su vieja relación con la Policía Bonaerense y así dispuso el convenio inicial para que los clubes pagaran los operativos policiales que nunca impidieron la violencia en los estadios pero le cuestan un dinero a las instituciones deportivas, otro legado nefasto de quien cambió el fútbol para mal en la Argentina.
Porque Grondona en la Asociación del Fútbol Argentino no era Grondona en la Federación Internacional de Fútbol Asociado.
Y los policías y otras fuerzas de seguridad siguen exprimiendo a los clubes porque la actual conducción de AFA es incapaz de cambiar el fútbol, sólo vigila que el control remoto de Grondona no se interrumpa: quienes a su vez le reclaman dinero al Estado, que se lo quita a los contribuyentes, que pagan todo el derroche. Insólito. Lamentable. Vergonzoso.
El tema preocupa a Urgente24 y siempre es interesante volver a revisarlo apostando que, alguna vez, a alguien le’ caerá la ficha'.
“Cuando comencé a trabajar en estos temas, pensé que era un problema que se terminaba dentro del estadio de fútbol y que los mayores responsables eran los dirigentes de fútbol, ahora con la experiencia uno termina dándose cuenta de que no existirían los barrabravas sin la complicidad de la política y de los organismos de seguridad”,explicó el candidato a legislador porteño por el GEN, Juan Manuel Lugones, en Urgente24 Radio sobre la complicidad de la política y las fuerzas de seguridad en los temas vinculados a la violencia en el fútbol y los negocios clandestinos.
Luego se refirió a que ya están a la venta las entradas para el superclásico entre River y Boca y que eso no es posible sin la complicidad de los diferentes dirigentes: “En ‘Mercado Libre’ ya están vendiendo las entradas que las sacan de las dirigencias de los clubes. No hay un fiscal que impida esto. Cuando se organiza el negocio de los trapitos no puede ser posible sin la policía metropolitana o Federal participando del negocio”.
El diálogo:
Edgar Mainhard: -Juan Manuel Lugones, la semana pasada la violencia en el fútbol fue verificada por los acontecimientos en La Salada, donde hubo una gran violencia entre Los Chaqueños vs barrabravas de diferentes partidos que se disputaban negocios, si llega al cargo de legislador, ¿qué puede hacer para terminar con el fútbol violento?
Juan Manuel Lugones: -Cuando comencé a trabajar en estos temas, pensé que era un problema que se terminaba dentro de la cancha de fútbol y que los mayores responsables eran los dirigentes de fútbol, ahora con la experiencia uno termina dándose cuenta de que no existirían los barrabravas sin la complicidad de la política y de los organismos de seguridad. En definitiva el barrabrava es un violento, lo que sucede es que actualmente los dejan hacer, no los combaten. La barra se diputa un botín, sea del club o del delito, en este caso lo que sucedió en La Salada es imposible pensarlo sin que haya habido una connivencia y un acuerdo político aunque sea tácito. En la ciudad hay que terminar con el negocio del barrabrava en el fútbol y hay que volver a que haya un público en los estadios. El problema no es el público, es la barrabrava.
EM: -Pero es difícil, varias veces la AFA va en otra dirección. En varias oportunidades de ventas de entradas y poner restricciones a los barrabravas, éstos perforaron esos añillos de seguridad que se pretendía crear, ¿cuál es el camino?
JML: -El camino es combatir a la barra y se la combate, no solamente controlándole cómo llega a una cancha sino terminando con los negocios. Ahora vamos a estar con los superclásicos de las 2 barrabravas más importantes del país y veremos cómo hacen sus negocios con la mirada distante de los organizamos de seguridad.
EM: -¿Hablamos de las reventas de entradas?
JML: -Sí y también de los trapitos en las cercanías de los estadios. Es un negocio millonario. La barra de Boca cobra $200 para estacionarse cerca de la cancha, lo mismo para River. No solamente tienen carnets truchos sino la posibilidad de ser los primeros en tener las entradas. En ‘Mercado Libre’ ya están vendiendo las entradas que las sacan de las dirigencias de los clubes. No hay un fiscal que impida esto. Cuando se organiza el negocio de los trapitos no puede ser posible sin la policía metropolitana o Federal participando del negocio.
EM: -¿Este tema requiere de mayor legislación?
JML: -Hay algunas cuestiones que hay que ajustar. Lo que es el mundo de los barrabravas del fútbol es distinto a lo que es el trapito que me cobra por estacionar en mi barrio. Hay que ajustar la legislación porque no hay ninguna acorde.
EM: -¿Es necesario montar un enorme procedimiento de seguridad? En otros países dicen que no son los clubes los que pagan esas movilizaciones enormes de fuerzas de seguridad los días que hay partidos.
JML: -Hay un negocio de caja de la policía de cada jurisdicción que rodea la violencia en el fútbol. No hay público visitante pero hay operativos como si hubiese un superclásico. La policía tiene una caja y participan de estos negocios con los barrabravas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario