lunes, 20 de abril de 2015

UN ASESINO SERIAL HABRÍA MATADO A LA ARGENTINA RADICADA EN MADRID

SOCIEDAD / BARCELONA 



 Las sospechas sobre la desaparición y presunta muerte de la argentina Adriana Gioiosa (foto) , de 55 años, quien vivía en Majadahonda, una localidad de las afueras de Madrid, recaen en el hombre que le alquilaba el departamento.



El propietario es un español de 32 años, con antecedentes psiquiátricos y que estuvo internado en un establecimiento especializado.

Y a medida que avanza la investigación se encuentran con hechos altamente sospechosos como que una tía del casero, que le donó en uso y usufructo el piso alquilado por Adriana, desapareció misteriosamente.

El detenido declaró a la policía que sufría mal de Alzheimer y que la había internado de una residencia en Madrid.

Pero ni en los geriátricos ni en el Registro de Fallecidos figura una mujer con ese nombre. O que hasta el momento no se había podido encontrar indicios del paradero de ninguna de las tres inquilinas anteriores, todas mujeres extranjeras, sobre todo a la que precedió a Gioiosa.

Algunos vecinos vieron al casero arrojando bolsas de basura a diversos cubos de desperdicios del edificio donde está ubicado el piso de la desaparecida.

Los últimos indicios, que parecen definitivos, señalan que los investigadores encontraron sangre humana en una trituradora de carne ubicada en el garaje del edificio, donde se encuentra el departamento de Gioiosa.

Estos serán comparados con las muestras de ADN que aportó el hermano de la víctima y las bolsas que podrían contener los restos de la argentina son buscados en un vertedero de Pinto, donde descargan los camiones que retiran los desperdicios del edificio.

Al ser detenido el casero incurrió en varias contradicciones cuando declaró.

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