martes, 7 de junio de 2011

INFORME ESPECIAL


La falta de educación sexual y la desinformación adolescente

La noticia de que el 23 por ciento de los jóvenes debuta sexualmente antes de los 14 años, sin usar preservativos en la mitad de los casos, no hace más que revelar la falta de educación sexual que reina en la juventud argentina. Los números que preocupan de cara al futuro y cómo la prevención y la educación son las armas esenciales para acabar con un problema que aumenta en vez de disminuir


La educación sexual en los colegios es un tema polémico que siempre ha traído innumerable cantidad de controversias a lo largo del tiempo, entre aquellos que se manifiestan totalmente a favor del dictado de la misma en las instituciones educativas, y los que creen que hacerlo equivaldría a romper con los valores clásicos de la sociedad argentina.

En nuestro país cada cinco minutos una adolescente tiene un hijo. La tasa de fecundidad por mil para la franja de 10 a 14 años, en 1960, era de 1,0 por cada mil pre-adolescentes, en cambio, ahora, es de 1,8. Más de 105.000 adolescentes dan a luz anualmente y casi el 14% de las muertes maternas registradas corresponden a niñas de entre 10 y 19 años de edad (Riesgo reproductivo en la adolescencia Argentina-UNICEF) .
 
Según los resultados de la primera encuesta nacional de salud escolar realizada por el Ministerio de Salud de la Nación que fue publicada en el último número de la revista mensual de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), el 23 por ciento de los jóvenes de la Argentina debuta sexualmente antes de los 14 años.
 
Los resultados de la encuesta, que fue respondida por 1.980 chicos de 97 escuelas diferentes, arrojaron que uno de cada 10 adolescentes de 13 años ya había empezado a tener relaciones sexuales y el 10% había tenido sexo con más de una persona.

En muchos casos, se habla de relaciones no consentidas por los menores, o que llegan a concretarse por la presión de sus amigos. Además advierten que los chicos no siempre cuentan con toda la información necesaria para prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
 
Una encuesta efectuada por Bayer Schering Pharma (BSP) muestra que en la Argentina el 16% de los jóvenes consideran que bañarse o ducharse luego de tener relaciones sexuales impedirá un embarazo no planeado, cifra por demás alarmante que muestra la falta de información que poseen los chicos en nuestro país. El 56% de aquellos jóvenes que han tenido relaciones sexuales, las tuvieron sin un método anticonceptivo con una pareja nueva. Esta cifra es significativamente más alta que en cualquier otra región.
 
En Argentina, el 70% de los embarazos en adolescentes son no deseados. El 90 por ciento de las madres adolescentes dejan los estudios, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires. Tres de cada diez chicas se sacan el guardapolvo no bien se enteran de su embarazo, y cerca del 44 por ciento sigue con las carpetas aún después del nacimiento de su bebé, pero, al poco tiempo, dejan de ir a la escuela.
 
Las estadísticas médicas calculan que el 40 por ciento de los embarazos en Latinoamérica no son planificados y son consecuencia de no usar métodos anticonceptivos o usar métodos inadecuados. Anualmente 46 millones de los embarazos de madres adolescentes culminan en un aborto inducido y casi 20 millones de ellos se hacen de manera insegura.
 
Un estudio llevado adelante por la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ), indica que sólo el 53,9% de las adolescentes argentinas protegió su debut sexual con preservativos, el 34,4% directamente no se cuidó y el porcentaje restante, lo hizo con recursos que no son efectivos como los lavajes o el coito interrumpido. A la hora de responder por que no se protegieron, el 33,3% de las encuestadas dijo que no utilizó ningún método de anticonceptivo (MAC) porque su pareja no quería hacerlo, mientras que el 32,6% señaló que no tenía información al respecto y el 14,8%, pensaba que "en la primera relación no hay riesgo de embarazo".
 
Dentro de las causas del embarazo adolescente, sin duda las principales son la falta de información, la falta de diálogo con los padres, la falta de Educación Sexual en los colegios secundarios de nuestro país, la presión grupal de los jóvenes de hoy a tener sexo aún no estando preparados para llevarlo adelante, la fuerte injerencia de los medios de comunicación con su constante bombardeo erótico, entre otras cuestiones.
 
Los especialistas médicos aseguran que los jóvenes de hoy, tienen ante el embarazo adolescente desequilibrios a nivel salud de la madre, ya que la precocidad implica que la madre no se encuentra apta para afrontar cuestiones tales como la sensación de fracaso en el establecimiento de la independencia, el abandono de los estudios y la consecuente imposibilidad de inserción en el mundo laboral. Por otro lado, existen repercusiones aún más elevadas de tipo social, como el aumento de los índices de pobreza o mortalidad infantil sobre las cuales desde las autoridades nacionales y provinciales no se pone ningún tipo de acento.
 
Todavía no se han llevado adelante desde las autoridades correspondientes a este caso, acciones de difusión y distribución de material en vía pública, centros de salud, universidades y escuelas, con el fin de instalar la problemática, motivar el debate y la reflexión y sobre todo fomentar la educación sexual desde la adolescencia.
 
Ante la falta de actividades que tiendan a que el adolescente se informe y pueda practicar sexo seguro y no inseguro como hacen en la actualidad los jóvenes argentinos, ya que sino los datos que publica seguidamente el Ministerio de Salud se seguirán incrementando en vez de reducirse.
 
En la actualidad, sólo 1 de cada 5 adolescentes conoce la existencia de una ley que garantiza su derecho a recibir educación sexual. Los propios datos dados a conocer por las autoridades nacionales, hablan de que el segundo tema de demanda de los y las estudiantes es conocer sobre métodos anticonceptivos (el 40% pide información concreta y seria sobre cómo cuidarse) y, en tercer lugar, les preocupa informarse sobre la prevención del abuso sexual. Y, aunque todavía es un tema poco difundido en las escuelas y medios de comunicación, a 1 de cada 10 adolescentes les importa profundizar sobre los roles de género e igualdad entre varones y mujeres.
 
En lo que todos los especialistas coinciden es en que la prevención y la educación son las armas esenciales para acabar con un problema que aumenta en vez de disminuir, ya que en todo Latinoamérica las adolescentes que se enfrentan a un embarazo no deseado, son en su mayoría por la falta de información sobre el tema y por no contar con los medios suficientes para poder acceder a los elementos necesarios para su prevención.
 
Si no se termina con medidas rápidas y efectivas que tiendan a acabar con uno de los problemas sociales con mayor crecimiento en las últimas décadas, lo único que se logrará es continuar con la exclusión social que esto trae aparejado, así como también como aumentar los abortos clandestinos que se efectúan en las adolescentes embarazadas, en gran parte en condiciones insalubres.
 
Las medidas que se emprendan desde los estados nacionales y provinciales, deben apuntar por sobre todas las cosas a la desinformación sobre anticoncepción y a la falta de cumplimiento de las leyes sobre educación sexual en las escuelas. Si se cambia esto, el país puede empezar a creer que uno de los grandes karmas de la actualidad disminuya y se pueda pensar un futuro mejor para las próximas generaciones.

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